"López Obrador no es invencible"
Roberto Madrazo Pintado, máximo líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), visita España en un momento de convulsión política en México. La decisión del Parlamento de retirar la inmunidad al alcalde de la capital, Andrés Manuel López Obrador, líder del PRD (Partido de la Revolución Democrática) para que responda ante la justicia de la acusación de desacato, ha desencadenado una oleada de manifestaciones de apoyo al político izquierdista y ha suscitado dudas sobre el rumbo de la transición mexicana. Favorito en las encuestas de intención de voto, López Obrador desafió el pasado lunes a la fiscalía al reasumir su puesto al frente de la alcaldía. Madrazo (Tabasco, 1952) afirma que su paisano y rival ha comenzado a operar fuera de la ley, y sostiene que deben ser los jueces, no los políticos ni las multitudes, quienes decidan si puede o no presentarse a las elecciones presidenciales de julio de 2006. Sea cual sea el desenlace, Madrazo asegura que el PRI le derrotará en las urnas, como lo ha hecho en otras ocasiones. "El partido está reposicionado para volver a la presidencia de México", asegura en una entrevista ofrecida a EL PAÍS, durante la cual no quiso desvelar si aspirará o no a la candidatura de su partido a la jefatura del Estado.
"Personalmente, me gustaría verle en la boleta [papeleta de votación]. Le hemos ganado en tres ocasiones y le volveremos a ganar"
Pregunta. ¿Qué opinión le merece la decisión de López Obrador de seguir en el puesto de alcalde?
Respuesta. En un sistema democrático, como el de México, se pueden cambiar las leyes, se pueden hacer reformas para mejorar el sistema, pero no se puede construir la democracia fuera de la ley.
P. ¿Está López Obrador fuera de la ley?
R. Él mismo se ha salido. Es evidente que por su parte no hay un compromiso con la legalidad y con la democracia.
P. ¿Por qué votó el PRI a favor de su desafuero en el Congreso?
R. Se dejó a los diputados libertad de voto, y éste no fue homogéneo en nuestra bancada [una minoría votó en contra]. Los diputados tuvieron que examinar un expediente de más de 12.000 hojas, y al final, el grupo parlamentario optó por respaldar la legalidad.
P. Muchos mexicanos piensan que se trata de una maniobra del Partido de Acción Nacional (PAN, en el poder) y del PRI para dejar a López Obrador fuera de la carrera presidencial. ¿No sería mejor enfrentarse a él en las urnas?
R. Personalmente, me gustaría ver a López Obrador en la boleta [papeleta de votación]. Le hemos ganado en otras ocasiones y le volveremos a ganar. No es invencible.
P. ¿No teme que el caso de López Obrador aumente aún más la desconfianza de los mexicanos hacia sus políticos?
R. Lo que han hecho los diputados ha sido quitarle el fuero para que el juez pueda preguntarle. La Cámara de Diputados no es el verdugo; será un juez quien determine si es culpable o no, porque el asunto comienza y termina en el poder judicial. El caso tiene que ver con la ética y con el compromiso democrático. Nosotros mismos fuimos multados con 100 millones de dólares
[por financiación irregular de su campaña en 2000] y no bloqueamos las calles ni movilizamos a nuestra gente. No debe ser la asamblea de Reforma [la avenida de la capital en la que se manifestaron el pasado domingo los partidarios de López Obrador] la que decida sobre una cuestión que pertenece a los tribunales de justicia. El PRI es la primera fuerza política del país y podemos llenar las calles cuando queramos. No se puede acatar la ley sólo cuando te favorece. Al final del día, es necesario respetar la constitucionalidad sin chantajes populares.
P. Hay quienes piensan que el escándalo podría dañar el prestigio internacional de México.
R. Sería más arriesgado para nuestra democracia que no respetáramos la ley.
P. ¿Se va a presentar usted a las elecciones presidenciales?
R. El próximo 15 de julio el PRI se reunirá para decidir cuál será el método para elegir al candidato. Yo tendré que decidir antes de esa fecha si participo o no en la elección. Hoy tenemos el 39% de las preferencias electorales, comparadas con el 21% en el año 2000. Somos el partido con más gobernadores estatales, con más alcaldes, con más diputados y con más senadores. El partido está reposicionado para volver a la presidencia de México, pero necesitamos un proyecto nacional claro y un candidato altamente competitivo.
P. ¿Es usted ese candidato?
R. Hay otros cinco, todos ellos buenos. Lo importante es que el ganador, sea quien sea, sepa mantener la cohesión interna en el partido. Las elecciones a la presidencia las va a ganar el partido que tenga menos complicaciones para elegir candidato y el que tenga una propuesta más clara para responder a las inquietudes de los mexicanos, que son el desempleo, los salarios, la seguridad y la economía, además de los factores de desarrollo humano: la educación, la salud, la vivienda...
P. ¿Qué método defiende usted para elegir al candidato del PRI?
R. Prefiero una consulta directa a los mexicanos, en la que puedan participar todos los votantes, no sólo los militantes del partido.
P. ¿Por qué?
R. Porque el voto duro, el de los militantes, no va a ser suficiente para elegir al candidato con más posibilidades de ganar.
P. ¿Cómo digirió un partido como el suyo, acostumbrado a mandar durante 70 años, la derrota en las presidenciales de 2000?
R. Al PRI le vino bien perder la presidencia, porque tuvo que abrir un proceso de democracia interna. Hemos regresado a un lugar que habíamos olvidado, con la gente, hemos vuelto a ser un partido muy cercano a la población. Hemos aprendido la lección de 2000.
P. ¿Qué balance hace de la presidencia de Vicente Fox?
R. El cambio en México no se ha consolidado, el país no se mueve hacia una transición. No se ha cambiado el régimen político y la reforma del Estado se ha paralizado. El cambio de Fox fue importante, nos llevó a la alternancia, pero no a la transición.
P. La falta de apoyo parlamentario del PRI tampoco le ha ayudado a sacar adelante las reformas...
R. Han faltado acuerdos en lo fundamental. En España, Adolfo Suárez se alejó de los dogmatismos y tuvo flexibilidad para integrar la diversidad nacional en un proyecto común.
P. ¿Cuáles han sido los principales errores de Fox en materia económica?
R. La macroeconomía marcha, pero tenemos un problema que no sólo afecta a México: el agotamiento del sistema neoliberal. No puede haber una ausencia del Estado en la economía, no se puede dejar todo en manos del mercado, y eso ha pasado en México.
P. ¿Hasta dónde cree que debe privatizarse el sector energético en México?
R. Es necesario transformar la riqueza natural en riqueza social. Sin privatizar, se puede hacer una transformación tecnológica y aprovechar todo nuestro potencial en gas. Para ganar eficiencia hay que modernizar al sector. Puede haber inversión internacional en generación, pero la distribución debe quedar en manos del Estado.
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