Díaz Alperi anuncia que no oficiará bodas a homosexuales, aunque reconoce "sus derechos"
Rita Barberá asegura que el Ayuntamiento de Valencia "acatará y cumplirá" la ley
El alcalde de Alicante, Luís Díaz Alperi, se alineó ayer entre los primeros ediles del PP contrarios a casar a parejas homosexuales. Alperi recordó que los ayuntamientos no tienen la misma obligación legal de oficiar matrimonios que los juzgados, "aunque estas personas [los homosexuales] tienen todos sus derechos", precisó, y no prohibirá que los casen. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, señaló que su Consistorio "cumplirá" la ley y "prestará este servicio", al igual que su homólogo de Castellón, Alberto Fabra, que garantizó los enlaces.
En declaraciones a los periodistas, el primer edil alicantino manifestó que "no obligará celebrar matrimonios homosexuales a los concejales que no quieran, aunque tampoco prohibiré a quien quiera oficiarlos". "Yo no casaré", respondió sin dudar. Díaz Alperi cuestionó la denominación de matrimonio para las parejas del mismo sexo, ya que, a su juicio, ese estado tiene "una connotación religiosa". "Se tenía que haber denominado de otra manera", concluyó al tiempo que insistió en que, además de los ayuntamientos, hay otras entidades o instituciones con facultad legal para oficiar matrimonios.
"Tengo absolutamente claro que el Ayuntamiento es una institución de servicio público, dentro de un Estado aconfesional y que obviamente manifiesta el servicio para todos los ciudadanos y lo prestará", afirmó Rita Barberá. "Todos sabemos que hay que tener respeto a todas las personas y que la Constitución ampara la igualdad de las personas en razón de su sexo y creencias", añadió, y recordó que en muchas profesiones "existe la cláusula de conciencia" y que cuando el servicio militar era obligatorio también se reguló la objeción de conciencia. Por ello, "el Ayuntamiento casará a estas personas, e independientemente de eso esperaremos el desarrollo total de la ley para conocerla y permitir el respeto de todas aquellas personas que puedan tener también objeción de conciencia en la medida en que la ley la pueda contemplar".
Barberá dijo que desconocía si el Ayuntamiento de Valencia había recibido ya peticiones de parejas del mismo sexo para casarse, e indicó que para ello hay un reglamento y un servicio de protocolo que se encarga de hacerlo. En todo caso, la alcaldesa señaló que personalmente no celebrará estos enlaces porque el servicio de oficiar bodas está delegado en los concejales, porque si fueran responsabilidad de los alcaldes "no haríamos otras cosas".
El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, garantizó ayer la celebración de matrimonios entre homosexuales en el Consistorio castellonense y sostuvo, respecto al llamamiento a la desobediencia civil realizado por el obispo Juan Antonio Reig Pla, que "la Iglesia tiene su postura pero nosotros vamos a cumplir la ley y a hacer que se cumpla". Así explicó que como alcalde y con potestad para la celebración de matrimonios tiene delegadas estas funciones en la concejal Susana Fernández y aseguró que las uniones entre gays está garantizada, informa María Fabra.
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