Bulerías para las nuevas generaciones
Alumnos del colegio Almadén de Jaén aprenden en directo el folclore andaluz en la Peña Flamenca de la capital
Gregorio lleva más de seis años regentando la cantina de la Peña Flamenca de Jaén y ayer fue la primera vez que no sirvió ni un solo chato de vino y ni una sola caña de cerveza. Sólo refrescos en botella y con pajita para medio centenar de alumnos de sexto de educación Primaria del colegio Almadén de la capital. Una invitación que corrió a cargo de la peña jiennense para dar la bienvenida a su nuevo público. "Da mucha alegría ver cómo las nuevas generaciones se acercan hasta aquí", subrayó Gregorio, acostumbrado a atender a los 120 socios, con una media de edad que se acerca a los 50.
Los chavales, de 11 y 12 años, cambiaron la hora del recreo y las clases de Inglés y Conocimiento del Medio por una lección en vivo sobre el origen y los distintos palos del flamenco. "El flamenco es una costumbre de Andalucía", afirmaba ante sus compañeros de mesa Enrique Pulido, uno de los escolares, quien también confesaba que, hasta el momento, "nunca había escuchado nada de flamenco". "Prefiero la música del rapero Eminem, pero también me puede gustar esto", añadía su amigo Julián Quesada, con la desconfianza del que está a punto de vivir una experiencia desconocida.
Era la primera vez que pisaban una peña flamenca y que asistían a una actuación en directo. Sin embargo, a pesar de la poca familiaridad mostrada al inicio, no pudieron evitar arrancarse con las palmas para acompañar al cantaor jiennense Eduardo Martínez Redondo, Niño Jorge. "Verlo en directo es más divertido, sobre todo, por la expresión de su cara al cantar", constataba Sara León, otra de las alumnas. Mientras tanto, los pies de los chavales seguían el ritmo de las bulerías, los tanguillos y las alegrías, que marcaba la guitarra de José Manuel Moreno. Por supuesto, no faltaron los aplausos y las exclamaciones de olés al término de cada pieza, que estuvo introducida por el crítico y presidente de la peña, Rafael Valera.
Éste, con un discurso atractivo, explicó a los escolares el nacimiento de los estilos y la función de determinadas piezas folclóricas españolas y su tratamiento en Andalucía. Algunos de los ejemplos expuestos fueron las tonadas, las jotas o fandangos, que fueron aflamencadas por autores y cantaores creativos del flamenco como el Tío Luis de la Juliana, el primer cantaor conocido que aflamencó la tonada castellana a finales del siglo XVIII. "Buscar los orígenes del flamenco significa recordar todos los pueblos que han pasado por Andalucía desde el comienzo de los tiempos. El flamenco recoge lo mejor de cada cultura y gusta tanto en Andalucía, como en Japón o EE UU. Por eso se ha convertido en una expresión universal", añadió Valera.
El crítico flamenco también indicó los que se creen que son los orígenes de las saetas que durante la Semana Santa se cantan a las imágenes que recorren las calles de muchas ciudades. "La Inquisición obligaba a los judíos que no fueron expulsados porque se convirtieron al cristianismo, a cantar a las imágenes como muestra de su fe católica", explicó Valera.
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