El fiscal pide 10 años para un conductor borracho que provocó un choque frontal
La Fiscalía de Guipúzcoa pide penas que suman casi diez años de prisión para un hombre acusado de conducir ebrio y en dirección contraria por Anoeta, donde causó una colisión frontal con otro vehículo en la que resultaron heridas cinco personas.
Los hechos, que serán juzgados próximamente, sucedieron la noche del 24 de septiembre de 1999, cuando el acusado entabló conversación en un bar de Alegi con otros cuatro clientes. El escrito del fiscal explica que el imputado se ofreció a llevarles a Tolosa pues "ninguno se consideraba en condiciones" de conducir, aunque él también se hallaba incapacitado por el alcohol que presuntamente había bebido antes. Ya en Tolosa, comenzó a circular en dirección contraria, hasta que aparcó para seguir bebiendo.
El escrito precisa que a continuación volvió a coger su coche y empezó a circular mientras accionaba el freno de mano para provocar en dos ocasiones que el vehículo girara bruscamente, variando de sentido, hasta situarse tras "un vehículo oficial de la Ertzaintza al que siguió, haciendo señales luminosas y acústicas".
A la 1.30 de la madrugada, el acusado paró en otro bar y luego reinició la marcha a Anoeta a gran velocidad, en dirección contraria y sin luces, "pese a los continuos requerimientos" de los demás ocupantes del coche para que parase. El texto precisa que el procesado impidió los intentos de sus compañeros para hacerse con el control del turismo, encender las luces y devolverlo al carril correcto.
Ya en Anoeta, los acompañantes del inculpado vieron que se les acercaba de frente otro turismo, en el que viajaban una pareja y su hijo, por lo que intensificaron "sus requerimientos al acusado para que accionara el alumbrado y se situara en el carril derecho". El imputado hizo caso omiso "con consciente desprecio de la integridad" de quienes viajaban con él y quienes iban en el otro coche. Finalmente, chocaron ambos turismos, "sin que el acusado efectuara maniobra alguna para evitarlo".
Los ertzainas que acudieron al lugar intentaron realizarle la prueba de alcoholemia, pero el primer intento falló y luego el acusado se negó. Por el impacto, uno de los ocupantes del vehículo que circulaba correctamente sufrió heridas de las que tardó 60 días en sanar. Su compañera sufrió lesiones múltiples y un traumatismo en las costillas y el esternón y el hijo de ambos fue atendido de una herida en la cabeza y una fractura en la clavícula de las que se recuperó en 41 días. De los hombres que viajaban con el imputado, el más grave sufrió heridas de las que tardó en curar 1.147 días.
El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito contra la seguridad del tráfico, otros tres de lesiones y uno de desobediencia, por los que pide penas que suman nueve años y nueve meses de cárcel para el acusado.
