El Real equilibrará la venta de abonos con las entradas libres

Un teatro de ópera necesita abonos para marcar su proyecto cultural sobre ingresos seguros, pero también necesita salir a la búsqueda de nuevos públicos con entradas de venta libre. El director general del Teatro Real, Miguel Muñiz, que lleva seis meses en el cargo, piensa equilibrar las dos cosas al 50%, según anunció ayer, al explicar las líneas maestras de un proyecto que piensa ejecutar, dijo, "a tres años vista".

En tres años, "el teatro debe dar un salto", dijo Muñiz. Después, otro. Así, sucesivamente, hasta lograr el objetivo de colocarse como referencia en la escena lírica europea: "No creo que deba haber un teatro de referencia, debemos ser muchos los que ambicionemos conseguirlo", afirmó Muñiz en su primera comparecencia solo ante la prensa, tras seis meses de toma de contacto con su cargo, para explicar lo que será su gestión al frente de la institución cultural que dirige junto a Jesús López Cobos, director musical y, desde septiembre, con Antonio Moral como director artístico.

Habrá cambios importantes en la gestión, siempre encaminados a conseguir los objetivos de lo que debe ser un teatro con un 50% de financiación pública, en el que están implicados a partes iguales el Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid, con una aportación importante del Ayuntamiento, para conformar un presupuesto de 43 millones de euros este año: "Nuestras prioridades son la apertura a los máximos segmentos sociales posibles, alejados de una visión elitista, búsqueda de nuevos públicos, con ofertas especiales para los jóvenes, coproducciones y producciones propias que puedan girar por el mercado".

Así lo dijo ayer el director general -que antes era director gerente y que ha redefinido su puesto- después de haberlo contado en el Senado, donde compareció el día 20. La oferta variará. Se mantendrán los abonos, pero se equilibrarán con la venta de entradas libres. "Ahora se ponen a la venta 178.000 localidades, ascenderemos a 200.000, pero en vez de ofrecer 100.000 abonos y 78.000 en taquilla, venderemos mitad de una forma y mitad de otra", anunció Muñiz.

Los abonos son una forma de privilegio para muchos. "Sí, de acuerdo, pero son el ingreso seguro que le permite a un teatro desarrollar un proyecto cultural de calidad, mientras que para la venta libre tienes que ofrecer obras más de repertorio, menos riesgo, para atraer público. En cierto sentido es como las audiencias de la televisión", explicó. También se congelarán los precios la temporada que viene. "Algo importante que quiero recordar", resaltó.

El proyecto cultural seguirá buscando buenos aliados. El Liceo, por supuesto, la Ópera de París, que dirige Mortier, y ahora La Scala de Milán, con Stéphane Lissner, "que tiene muchos amigos en España y con quien seguro que colaboraremos", asegura Muñiz. Pero las óperas de gran formato también se alternarán con otros montajes más sencillos, más flexibles, "para que estén en el mercado y puedan venderse a otros teatros", dice Muñiz.

La dimensión multimedia también es parte del proyecto. "Haremos más DVD, acuerdos con TVE para retransmisiones, y con Telemadrid para ofrecer en pantallas gigantes funciones en las plazas de los pueblos de la Comunidad. También entraremos en Ópera digital, un proyecto que impulsó el Liceo en la universidad y que cuenta como créditos para asignaturas", anuncia el director.

Habrá cambios en el ballet. "Hasta ahora iba incluido en el abono de ópera. Pero vamos a ofrecer uno específico con una oferta de calidad y precios más baratos". Este año bajarán los precios un 14%. "Es un primer gesto", aseguró el director. ¿Y Duato? ¿Tendrá su semana fija la Compañía Nacional de Danza en el Real? Muñiz respondió con su mejor estilo orensano: "Sería bueno que estuviese, pero no tiene por qué ser así", dijo. Luego puntualizó: "Si los niveles de exigencia de su compañía coinciden con la oferta que va a hacer el teatro, entonces bien".