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Hoteleros de Benidorm impulsan un operador turístico independiente

La compañía turística quiere actuar al margen de grandes operadores

Un grupo de empresarios de Benidorm, en su mayoría vinculados con el sector turístico, han solicitado a las autoridades británicas una licencia para gestionar la compra de billetes para grupos de turistas con el ánimo de vender paquetes completos a posibles clientes al margen de los grandes operadores del sector, como Tui o Thomas Cook-Neckermann. La Compañía Turística Air Benidorm, registrada en febrero, constituye el núcleo de un proyecto cuya operatividad está pendiente de un trámite administrativo en el Reino Unido.

El proyecto supone una inversión de 300 millones y empleará a 4.800 personas

Pere Joan Devesa, hotelero, representante del sector en la patronal autonómica y uno de los cuatro promotores de la compañía asegura modesto que se trata de "un montaje pequeño cuyo único destino es Benidorm".

El interés del grupo de empresarios es explotar "la bolsa de asientos de avión" que ofrecen las nuevas compañías de bajo coste que operan entre el Reino Unido y Alicante, esencialmente.

El proyecto no persigue sellar una alianza con una compañía en concreto, sino manejar paquetes de turistas y aprovechar los precios que ofrecen las nuevas líneas. "Veinte asientos en una compañía y tres en otra", ilustra Devesa.

Los grandes operadores turísticos suelen contratar aviones para cubrir las rutas que ofrecen. Los denominados vuelos charter se caracterizan por la austeridad del servicio que ofrecen a los clientes a bordo y por la ausencia de servicios en tierra más allá de los mostradores para facturar los equipajes.

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Las compañías de bajo coste han logrado reducir sus tarifas del mismo modo. Apenas ofrecen el aparato, como si se tratara de un autobús. Y operan entre aeropuertos de ciudades medianas y pequeñas para esquivar las tasas que imponen los grandes aeropuertos a los transportistas.

Los plazos de tramitación de la autorización requerida para comprar billetes de avión en nombre de terceros escapan al control de los promotores de la Compañía Turística Air Benidorm, pero Devesa confiesa que el grupo apuesta por recibir el permiso para operar antes del próximo verano.

El modelo restringido del proyecto sustenta su viabilidad y salva a los hoteleros de las leoninas condiciones que imponen los grandes operadores turísticos, aunque Devesa niega el más mínimo roce con los gigantes que gestionan la inmensa mayoría del tránsito de turistas.

Las formas diplomáticas de Devesa no ocultan que tres grandes compañías multinacionales controlan en torno al 75% del mercado de ventas del turismo vacacional en Europa. Frente a gigantes como Tui, Thomas Cook-Neckermann o First Choice-Kouni, los hoteleros españoles se encuentran en una situación de notable debilidad puesto que las diez mayores cadenas españolas apenas concentran un 20% de la oferta, según datos recogido por la Universidad de Alicante.

La diferencia de escala complica las negociaciones. Los gigantes han contribuido a la industrialización del sector hotelero, esencialmente en Benidorm. Pero todas las inversiones han corrido a cargo de los hoteleros ante la amenaza de perder unos clientes que pueden salvar, o arruinar, toda una temporada.

Tui controlaba en solitario cerca del 30% de las ventas de viajes turísticos en Europa, según datos recabados por la Universidad de Alicante y correspondientes a 2002. Kuoni y First Choice, que se fusionaron en 1999, controlaban entonces una cuota de mercado ligeramente inferior, en torno al 28% del total de la oferta europea. Finalmente, C&N, que opera bajo la marca Thomas Cook-Neckermann mantenía hace tres años un 15% del mercado.

Los grandes operadores turísticos tiene su origen y mayor arraigo en el Reino Unido y en Alemania, los dos mayores mercados de Benidorm, la tercera localidad por oferta de plazas hoteleras en toda Europa, sólo por detrás de dos grandes capitales, Londres y París.

Problemas de un gigante

Thomas Cook, el tercer mayor operador turístico del mundo, atraviesa serios problemas y cerró el ejercicio pasado con unas pérdidas en torno a 150 millones de euros a pesar de haber alcanzado una facturación en torno a los 7.500 millones de euros.

Thomas Cook, que engulló Neckermann hace tres años, es un conglomerado que gestiona 38 operadores diferentes en 20 países y dispone de 3.200 agencias de viajes. También tienen 72 aviones en propiedad.

Pero Lufthansa, la compañía aérea de bandera en Alemania, y la compañía de grandes almacenes Karstadt Quelle, que comparten la propiedad de Thomas Cook al 50%, barajan varias opciones para desprenderse del operador turístico, entre otras su salida a bolsa o su venta segmentada.

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