Novecientas familias y una cooperativa
Pertenezco a la Sociedad Cooperativa de Viviendas para Funcionarios y Personas de la Seguridad Social. Quisiera exponerles la situación que estamos padeciendo cerca de 900 familias. Pertenecemos a la cooperativa, en algunos casos, desde el verano de 1998. Desde esa fecha esperamos que sean construidas nuestras viviendas.
Pero lejos de cumplirse la primera fecha que en esa época se daba a las personas que entraban en la cooperativa (verano de 2002), nos encontramos con retrasos en la urbanización del PAU de Sanchinarro y que nuestra gestora, Funcovi, con el beneplácito del entonces presidente del consejo rector, realiza la compra de una sociedad con el pretexto de obtener más suelo para aumentar el número de cooperativistas -sin consentimiento en Asamblea General- y al 50% con la ya mencionada gestora, Funcovi, para después vender parte de las participaciones de la cooperativa y quedar ésta en minoría frente a la gestora.
A partir de aquí todo han sido presiones, retrasos en la construcción, aumento de precios "camuflados" en pérdidas cooperativas y, después de haber conseguido destituir al presidente del consejo rector de la cooperativa, sufrir la presión del director de Funcovi, intentando por todos los medios conseguir el resto de participaciones de la cooperativa de la anteriormente citada sociedad, a un precio inferior al de mercado y ocasionando más pérdidas a los cooperativistas.
La última medida ha sido no entregar viviendas con el pretexto de que esta sociedad no estaba liquidada, cuando ha sido el mencionado director el que ha impedido que la venta a otras sociedades interesadas llegara a buen puerto y desoyendo las órdenes del actual consejo rector de la cooperativa, que ordena que esta entrega se lleve a cabo, lo que a día de hoy aún no se ha llevado a efecto.
Creemos que ha llegado el momento de exponer públicamente lo que estamos sufriendo, padeciendo años de retrasos y excusas, y causando graves perjuicios económicos a personas que tienen que afrontar alquileres elevados sin la esperanza de recibir sus viviendas en breve plazo de tiempo (se estudia la fecha de 2007 para la entrega de las últimas viviendas, en absoluto cercana a 2002, que se menciona al comienzo de esta carta).
Lamentablemente, la pertenencia del director a Concovi, sociedad que vela por el buen hacer de las cooperativas, no nos deja más salida que recurrir a exponer públicamente esta situación.
