Restauración del retablo mayor de Sant Feliu de Xàtiva
Oportuna y bienvenida nos ha parecido la acción que desde la Direcció General de Patrimoni Artístic Valencià se ha encaminado a la recuperación del singular Retablo Mayor de Sant Feliu de Xàtiva. La acción, por ejemplo, del equipo de restauración ha sido fundamental por todo lo que significa de recuperatio de un grandioso retablo valenciano que ahora, tras su oportuna exposición, se ha puesto al alcance visual de numerosos especialistas que nunca hasta el presente habíamos podido examinarlo de un modo tan pertinente. Tanto la altura (la fatal distancia que le separa del espectador) como la pátina, barridos, desajustados repintes e inclemencias han podido mitigarse gracias a la positiva acción de los restauradores.
"Es el típico ejemplo de trabajo colectivo de pintores de una misma familia o taller"
Ahora se conocen mucho mejor las hechuras formales de dicho retablo y se goza mucho más de su poderoso mensaje histórico, artístico e iconográfico. Tras su remozamiento los historiadores del arte que firmamos este escrito hemos podido estudiarlo con detenimiento y nos hemos encontrado con que el retablo mayor de la iglesia de Sant Feliu de Xàtiva es un magnífico ejemplo de lo sucedido en el terreno de la pintura valenciana (e hispana en general) al filo de 1500. De una parte ejemplifica de un modo extraordinariamente nítido su condición de encrucijada lingüística, formal y estilística, propia, al fin y al cabo, de toda obra realizada en una etapa histórica finisecular. Es decir, en una etapa bisagra, o de paso y cambio de una centuria a otra. De ahí, como ya se ha advertido, el elocuente cruce estilístico que lo distingue en todas y cada una de sus tablas felizmente recuperadas.
Se observa en muchas de sus escenas representadas que el poderoso influjo de lo italiano (la nueva y progresivamente extendida moda del Renacimiento) quiere abrirse paso en muchas de sus soluciones formales, en un sinfín de figuras, fondos paisajísticos y arquitecturas que aparecen en sus tablas, si bien los oros, los brocados y las gesticulaciones de orden expresivo medieval persisten también (y conviven con lo moderno), especialmente en diversas escenas de la predela.
Pero además de hallarnos en Xàtiva ante un buen paradigma de incrociamento estilístico, el retablo de Sant Feliu arroja mucha más luz, esta vez en el terreno específico de lo social y cultural, de lo histórico. Los numerosos datos documentales que se poseen de esta época nos permiten constatar que este retablo es una obra más de las muchas que se realizaron en el antiguo reino de Valencia en un taller colectivo regentado por varios maestros, a menudo miembros de una misma familia, como parece suceder en el ejemplo de Xàtiva. Sabemos que así aconteció con los Peris, los Osona, los Falcó, o los Macip, amén de en otras muchas sociedades más o menos ocasionales como las de Jacomart-Reixach, Bermejo-Osona, Leocadio-Pagano, Osona-Cabanes o los Hernando. En el caso del retablo de Xàtiva parece indiscutible que el obrador familiar que se ocupó de su ejecución pudo tener su sede en la misma Xàtiva y que éste estuvo regentado por los Cabanes. De hecho, por relación indirecta tenemos documentado a Pere Cabanes en Xàtiva, del mismo modo que se sabe que Antoni Cabanes residió y estuvo activo en esta ciudad durante muchos años.
No hay duda, pues, de que nos hallamos ante una obra de autoría tripartita, con intervención de los tres miembros principales pertenecientes a la saga de los Cabanes. Aunque en el estudio que hemos presentado en el catálogo de la exposición que la Direcció General de Patrimoni Artístic Valencià ha organizado en el Museo de Bellas Artes de Valencia razonamos con algo más de extensión nuestra hipótesis, ofrecemos aquí un pequeño resumen presidido por la pertinente máxima de la cautela atributiva o, como señalan tantos críticos del arte, de las atribuciones planteadas ad cautelam. Planteamos, sin embargo, como se ha dicho, que el retablo de Sant Feliu es el típico ejemplo de trabajo medieval colectivo de pintores pertenecientes a una misma familia o taller que podría ser la de los Cabanes. De estos, el autor de la predela nos parece un pintor más retardatario, de raíces más góticas, descriptivo y muy expresivo, a quien consideramos el Maestro de Xàtiva / Antoni Cabanes; otro, autor de la mayor parte del cuerpo central, más evolucionado y tendente a la idealización de sus modelos, lo consideramos el Maestro de Artés / Pere Cabanes I; y un tercero, autor de las polseras, más al tanto de las novedades leocadianas, de estilo afín a la de otros pintores valencianos de las primeras décadas del siglo XVI, lo consideramos el Maestro de Borbotó / Martí Cabanes o Pere Cabanes II.
La mencionada exposición se inaugura en el Museu San Pío V el próximo 26 de abril, y por el mero hecho de poder contemplar sus tablas desmontadas, a la altura del espectador, va a permitir que tanto los especialistas como el público en general puedan gozar de uno de los conjuntos pictóricos más grandiosos de la Comunidad Valenciana.
Lorenzo Hernández es miembro de la Real Academia de San Carlos de Valencia y Ximo Company es catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Lleida.
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