El Getafe se consolida ante el Levante

El Levante funciona de lo lindo por las bandas mientras Rivera se inventa tiralíneas desde el medio centro. Pero tiene un serio defecto: llega mucho con muy poco acierto. Un defecto que aprovechó el Getafe para ganarle por primera vez en su vida con un solitario gol de Michel. Antes, la nada. Después, poquita cosa en un partido de desgaste, con las defensas bombardeadas con pelotazos desde todos lados.

Juegue bien, mal o regular, como en las últimas jornadas, el Getafe está enchufado. Ha aprendido a ganar sin obligarse al juego exquisito que solía hace unas jornadas. Su entrenador también lee los partidos y la intrahistoria que les rodea. Por eso Quique Flores revolucionó su once de gala dando entrada a Pulido, Gallardo y Michel, precisamente en una semana en la que los suplentes echaban pestes por no contar en sus planes. Gallardo se tomó la alternativa como si en ella le fuera la vida, salió enrabietado y desbordó cuanto quiso a la zaga levantina. Lo único que le faltó para redondear la faena fue el gol, que tuvo a tiro. El sevillano mandó fuera un delicioso taconazo de Gabi en el área chica por querer ajustar demasiado el balón. Mora agradeció el gesto, así que fue Michel quien le dio el disgusto; le batió por bajo después de que Yordi peinase un balón que le dejó solo ante el portero.

Pese a masticar las jugadas y encerrar a los locales en su área, el Levante no sembró nada. Sólo dudas en Schuster, que castigó la inoperancia de Ettien mandándole a la ducha en el descanso. Su recambio, el búlgaro Manchev, tampoco dio pie con bola, así que la responsabilidad en el frente de ataque valenciano la asumió Sergio García. El punta criado en La Masía, sin un balón decente que llevarse a la bota, fue el protagonista de la ocasión más clara de los granotas. Tras aguantar a un par de defensas rivales, su disparo colocado lo escupió el poste. El Levante rozó el empate en los instantes finales, con un pase desde la banda derecha de Juanma que Nacho, primero, y Manchev, después, no alcanzaron a rematar por una milésima.

Aparte de desplegar en ocasiones un juego atractivo con unos recursos limitados, el Getafe ya ha hecho historia: es el mejor debutante de siempre en los 74 años de Liga. Los 42 puntos que los azulones suman les catapultan por encima del Condal -el cuadro catalán sumó 22 puntos en la temporada 1956-57-, el Atlético Tetuán -19 en la 51-52- y la Cultural Leonesa -14 en la 55-56-. Con tres puntos por victoria, claro.