45 años sorteando el derribo

En la Cala de Finestrat, muy cerca del paralizado hotel Atrium Beach, se mantiene en pie un paradigna extremo de la indisciplina urbanística en el territorio valenciano. El edificio Ánfora, construido sin licencia en época franquista sobre la franja del dominio marítimo-terrestre, lleva 45 años sorteando el derribo y a los cuatro alcalde que ha tenido el municipio desde entonces. Ahora, la Dirección General de Costas, el Ayuntamiento de Finestrat y los propietarios han comenzado los trámites que permitan la demolición del edificio.

El alcalde, el socialista José Miguel Llorca, recuerda que fue un alemán sin ningún tipo de permiso el que levantó la estructura del edificio en suelo de otro propietario. "No sé cómo se las apañaron, pero lo cierto es que vendieron los bajos a un español, que mantiene abierto un restaurante. El primer piso se alquila como apartamentos turísticos", afirma.

Recientemente el Ayuntamiento dictó un decreto de derribo, pero el caso se ha complicado, al hacer valer sus derechos varios bancos con garantías hipotecarias. Con todo, el alcalde espera dar pronto una solución al edificio Ánfora, a su juicio, uno de los mayores problemas que tiene La Cala. El Ayuntamiento pretende convertir en una zona peatonal el espacio donde se encuentra este antiguo edificio.