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Reportaje:

Una 'ventana' en el centro del PC

Microsoft celebra los 20 años de Windows preparando su versión más ambiciosa

Patricia Fernández de Lis

Hace 20 años, sólo un experto en informática podía manejar un PC. Ahora, millones de ellos pueblan hogares y empresas, y el responsable es, en buena parte, Windows, el programa que Microsoft presentó al mundo el 25 de abril de 1985. Su poder es tal que ya hace funcionar al 98% de los ordenadores, pero también tiene su lado oscuro: sufre problemas de seguridad y ha sido la causa de un escrutinio antimonopolio que aún colea. La compañía prepara ahora su Windows más ambicioso, llamado Longhorn.

Liberada ya de la presión de las autoridades de EE UU, Microsoft promete que Longhorn mejorará la seguridad y la integración de aplicaciones
Es difícil saber qué porcentaje de ventas representa Windows en las cuentas de Microsoft, pero ronda la mitad de los ingresos totales

La idea surgió en el centro de investigación de Xerox, en Silicon Valley. La informática era una disciplina pensada por y para ingenieros, y era casi imposible que un usuario normal pudiera manejar un ordenador. Para utilizar el sistema operativo que había desarrollado Microsoft, MS-DOS, había que introducir una serie de comandos que convertían la pantalla en una ininteligible selva de letras y signos de puntuación.

Lo que se inventó en Xerox Parc fue el interfaz gráfico de usuario (GUI). Dicho de manera muy simple, el GUI maquillaba el sistema operativo, de tal manera que el usuario dejaba de ver las letras y los signos, para encontrarse con iconos muy simples que podía pinchar con el ratón.

La leyenda dice que Steve Jobs, fundador de Apple, visitó Xerox Parc, vio el GUI y robó la idea para crear su Macintosh. Y la leyenda continúa asegurando que Bill Gates visitó las oficinas de Apple, vio el Macintosh y robó la idea para crear su Windows.

Sea como sea, Windows 1.0 salió al mercado el 25 de abril de 1985. La compañía sacó versiones sucesivas de su software cada dos o tres años, pero la auténtica revolución llegó con Windows 3.0 (1990) y, sobre todo, Windows 95, que se convirtió en un fenómeno social: los usuarios esperaron grandes colas en las tiendas la noche de su lanzamiento, y Microsoft vendió un millón de unidades durante su primera semana. Los beneficios fueron notables. En 1985, en la era pre-windows, la compañía facturaba 140 millones de dólares. En 1995 eran 6.000 millones, y su fundador (Bill Gates) se convertía en el hombre más rico del mundo.

Los motivos del éxito de Windows son muchos. Ni siquiera los críticos de Microsoft pueden negar que la compañía creó un programa barato y sencillo, hasta el punto de que muchos usuarios de PC no saben utilizar un ordenador si no tiene ventanas. "Hace 20 años", explica, en una respuesta por escrito, Rosa García (consejera delegada de Microsoft Ibérica), "la informática estaba sólo al alcance de las grandes organizaciones, y fue precisamente nuestra compañía la que democratizó la tecnología, al crear una plataforma universal a bajo coste y, además, muy fácil de utilizar".

Las claves del triunfo

Una segunda clave del éxito está en un triunvirato: Intel hacía los microprocesadores (corazón) del PC, Microsoft se encargaba del sistema operativo (cerebro) e IBM ponía la máquina (cuerpo). Los ordenadores clónicos desplazaron a IBM, pero Microsoft e Intel siguieron tan unidos que en la industria se les conoce como Wintel.

Otra de las claves del triunfo de Windows es que Microsoft ha creado un enorme ecosistema a su alrededor. La compañía de Gates tuvo la inteligencia de dedicarse a crear una plataforma sobre la que se ha desarrollado toda una industria posterior. Sólo en Windows Server 2003, por ejemplo, trabajaron seis millones de programadores y 750.000 distribuidores.

Sea cual sea el secreto de ese éxito, el poder de Windows no ha cesado de crecer. Y, precisamente por ello, es culpable también de la peor experiencia de la historia de la compañía. Microsoft, según han declarado y probado los tribunales estadounidenses, usó Windows para saltarse la ley. El poder que le otorgaba el ser poseedora del software que hace funcionar los PC es tal que lo utilizó, decían, para premiar o castigar a socios y competidores, presionar a los fabricantes de ordenadores, distorsionar los precios...

El Departamento de Justicia comenzó a investigar las prácticas empresariales de Microsoft en 1994, e intensificó sus pesquisas después de que el fabricante del navegador de Internet, Netscape, denunciara que Microsoft incluía ilegalmente el suyo (Explorer) en Windows para echarla del mercado. Después de 10 años, EE UU probó que Microsoft presionaba y amenazaba, pero no logró demostrar que Windows fuera sólo un sistema operativo, es decir, que reconoció que podía ofrecer navegadores (Explorer), hojas de cálculo (Excel), procesadores de texto (Word)... Esta tendencia creciente a integrar cualquier aplicación en Windows sin aumentar su precio es marca de la casa y, aunque decenas de competidores han muerto por el camino, Microsoft ha convencido a las autoridades de que es bueno para el usuario.

Windows ha tenido un problema muy serio en estos años: la inestabilidad de algunas de sus versiones. Los virus y las pantallas azules (que indican que el sistema se caía) han provocado quejas y enfados de muchos usuarios, pero nunca han afectado a su poder. Porque a Windows sólo le ha tosido un competidor en estos 20 años: Linux, un sistema operativo de libre copia y distribución. Muchas administraciones públicas (como la andaluza y la extremeña) han optado por promocionarlo, porque lo considera más seguro y abierto. La cuota de mercado de Linux crece en empresas, pero es insignificante aún en los hogares.

La compañía prepara ahora su Windows más ambicioso, llamado Longhorn. Liberada ya de la presión de las autoridades estadounidenses -aunque no de las europeas, que persisten en investigar Windows XP, un sistema de hace cuatro años-, Microsoft prepara un nuevo software que promete aumentar la seguridad y la facilidad de uso de Windows. Longhorn está previsto para mediados de 2006.

El poder de Windows es, así, brutal, tanto fuera como dentro de la compañía. Es difícil averiguar lo que significa en las cuentas de Microsoft porque sólo desglosó, durante unos años, los ingresos de la "plataforma" (las distintas versiones): 4.920 millones de dólares en 1996, 6.280 en 1997, 8.500 en 1999 y 9.300 millones en 2000. En cada uno de estos casos, Windows representó, aproximadamente, la mitad de los ingresos totales.

Bill Gates, el día que se presentó la última versión de Windows (XP), en 2001.
Bill Gates, el día que se presentó la última versión de Windows (XP), en 2001.REUTERS

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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