700 personas piden que se aclare la muerte de una mujer en Tavernes

700 personas, familiares, amigos y vecinos de Pilar Ramírez, la mujer de 32 años que falleció el pasado 2 de febrero tras recibir una brutal paliza, salieron ayer a las calles de Tavernes de La Valldigna para recordar la memoria de la joven, y reclamar a las fuerzas policiales y judiciales "que agilicen las investigaciones" para la detención del posible o posibles autores del asesinato. Pilar, peluquera de profesión y natural de Getafe (Madrid), fue encontrada, todavía con vida, en un huerto situado en los alrededores de Tavernes, donde residía con su marido y su hijo de seis años. Solía caminar casi a diario por ese paraje con unas amigas después de dejar a su hijo en el colegio. Pero ese día salió sola. Un grupo de niños encontraron el cuerpo malherido y con signos de violencia de la mujer sobre las cinco de la tarde. Pilar falleció poco después.

Los compañeros, padres de alumnos y el profesorado del colegio Sant Josep Patronat de Tavernes, donde cursa sus estudios el hijo de la víctima, convocaron la marcha silenciosa que recorrió ayer las calles del municipio. El marido de Pilar, Enrique Alberola, encabezaba la manifestación portando una pancarta con el lema: "Pili estàs en el nostre cor. No a la violència". Se adhirieron a la convocatoria miembros de la Corporación municipal de Tavernes, y de la vecina población de Benifairó de La Valldigna, de donde es natural Enrique. La manifestación finalizó en la Plaça Major, frente al Ayuntamiento. Una amiga de Pilar leyó un comunicado de repulsa de la violencia y de apoyo a la familia de la víctima. Los manifestantes condenaron el asesinato, que calificaron como "una muestra de violencia brutal e inhumana".

La Policía judicial de Valencia mantiene abiertas las investigaciones. El juez que se hizo cargo del caso decretó el secreto de sumario. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno sostienen que "el caso está avanzado". Las pruebas de ADN realizadas a los restos que aparecieron junto al cuerpo podrían haber aportado datos sobre el posible autor o autores de la muerte de Pilar. La colaboración de los vecinos también ha sido clave para rastrear los últimos momentos en los que se vio con vida a la mujer.