Propietarios de Gualba denuncian que no cobran las expropiaciones del AVE
400 familias dueñas de un cámping reclaman medidas que aminoren el impacto de la línea
Los propietarios de fincas privadas afectadas por el paso del AVE en los municipios de Gualba (Vallès Oriental) y Riells i Viabrea (Selva) están en pie de guerra contra el Ministerio de Fomento. Mientras que algunos propietarios denuncian que se están viendo presionados para abandonar sus casas expropiadas sin todavía haber cobrado la indemnización correspondiente, las 400 familias copropietarias del cámping Aqua Alba de Gualta exigen medidas medioambientales para atenuar los efectos que tendrá el paso del tren junto a la instalación.
Los propietarios del cámping reclaman también a Fomento que les pague a precio de finca urbana los 12.000 metros cuadrados que les han expropiado, puesto que la finca, de 21 hectáreas, es de copropiedad de los campistas y alberga casas móviles que están habitadas durante buena parte del año.
Aunque en Gualba y Riells algunos vecinos han recibido cartas donde se les notificaba que deberían desalojar sus casas el pasado 25 de febrero y sienten muy cerca el rumor de las excavadoras, están dispuestos a permanecer en ellas hasta que no cobren la totalidad de las indemnizaciones.
Un año sin cobrar
"Hace más de un año que se firmaron las actas previas de expropiación y, en general, todavía no hemos visto ni un duro a pesar de haberse reclamado el pago hasta en tres ocasiones", lamenta Patxi Torres, portavoz de los afectados de Gualba y Riells i Viabrea. Torres, que también es delegado de la junta directiva de la comunidad de propietarios del cámping Aqua Alba, mantiene que es la primera vez que Fomento decide expropiar parte de un cámping en régimen de copropiedad, de ahí que no existan precedentes. "El cámping funciona desde 1983 y ahora hay muchos jubilados que pasan aquí gran parte del año. No se nos puede expropiar a precio de finca rústica", argumenta Torres.
Las medidas ambientales que contempla el proyecto del AVE a su paso por el cámping es otro de los caballos de batalla de las 70 familias afectadas directamente por el trazado del tren. El ferrocarril correrá pegado al cámping a lo largo de unos 500 metros, 300 de los cuales tienen parcelas de casas móviles.
Algunas de las pantallas acústicas estarán a siete metros de las parcelas y el proyecto prevé postes eléctricos en el interior de las instalaciones. "Queremos que el tramo se adecúe mucho mejor para evitar la afectación de ruido y vibraciones. Nosotros proponemos un falso túnel y no queremos líneas eléctricas dentro del recinto del cámping", explica Torres. Los afectados de estos dos municipios ya organizaron una manifestación de protesta hace unos días y no descartan nuevas movilizaciones si Fomento no atiende sus peticiones. Cuando hay diferencias sobre el importe de las indemnizaciones, Fomento puede recurrir a pagar la parte que cree ajustada y esperar sentencia. Los vecinos aseguran que no han cobrado ni eso.
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