El Poder Judicial archiva las diligencias a las magistradas Iracheta y San Miguel

La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha archivado, por decisión unánime de sus cinco vocales, las diligencias informativas abiertas a la presidenta de la Audiencia de Bilbao y de su Sección Primera, Ana Iracheta, y a la magistrada de la misma sección Nekane San Miguel por posibles infracciones disciplinarias derivadas de la tensión y las difíciles relaciones que mantienen sus magistrados. El Servicio de Inspección del Consejo había propuesto expedientar a ambas magistradas, pero la Comisión Disciplinaria ha preferido "darles una oportunidad", según fuentes internas del Poder Judicial.

En el caso de Iracheta, la Comisión ha apreciado que el retraso en la tramitación o la incoación de cuatro procesos y la paralización de otro por tres años se debió fundamentalmente a que el magistrado que tenía que redactar las correspondientes sentencias padeció una larga enfermedad.

La Inspección había propuesto la apertura de un expediente a Iracheta por una falta grave de dilaciones indebidas, pero la Comisión Disciplinaria ha preferido tener en cuenta que en todos los procedimientos ya se ha dictado la resolución pertinente, aspecto que subrayó la propia Inspección "a efectos de apreciar la ausencia de una posible infracción disciplinaria".

Respecto a las denuncias de varios magistrados de la Sección Primera contra su presidenta para que se les entreguen los autos para examinar las pruebas, para que se deliberen todos los asuntos y se les informe con antelación suficiente de la composición de la sala, la Comisión Disciplinaria ha entendido, según las citadas fuentes, que abrir el expediente que proponía la Inspección por una falta leve de desconsideración con el resto de los magistrados podría enconar aún más las relaciones entre ellos y ha preferido tener en cuenta que el origen de las actuaciones no fueron denuncias de un particular, sino denuncias entrecruzadas entre los propios jueces.

La información abierta por la Inspección precisaba que las relaciones entre la presidenta y los magistrados de la Sección que encabeza eran "tensas y difíciles" hasta el punto de que en muchas ocasiones se comunican a través de las secretarias, a las cuales "se les coloca lógicamente en una posición incómoda, asumiendo más tareas que serían innecesarias si las relaciones entre la presidenta y los magistrados fueran fluidas".

Respecto a las diligencias abiertas a la juez San Miguel,la Inspección propuso la apertura de un expediente disciplinario por una presunta falta grave de inasistencia injustificada a actos procesales, dado que la magistrada, llamada por la presidenta para sustituir a su compañera Ruth Alonso, que comunicó que se encontraba enferma, pidió que se hiciese constar por escrito la circunstancia por la que ella iba a forma sala, a lo que la presidenta se negó.

La Comisión Disciplinaria ha tenido en cuenta para archivar el expediente que no hubo una negativa "expresa e inequívoca" de la juez San Miguel para formar sala.