_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Relatividad

Todo es relativo, lo quiera el nuevo pontífice o no. Y como todo es relativo, bien puede resultar cierto que haya más alegría por un genocida argentino (Scilingo) que va a la trena que por un pecador que vuelve al redil. O que por un anciano que alcanza el grado de Su Santidad. Aunque listo tiene que ser, el hombre, y piadoso. Porque pasar de soldado alemán en 1943 a Papa en 2005 requiere inteligencia, mucho rezo y una gran capacidad de maniobra. Y ser el sujeto adecuado para los nuevos tiempos, que requieren una sectarización urgente del catolicismo oficial, para que los extremistas evangélicos no corten el bacalao cuaresmal.

Todo es relativo, pese a quien pese, e incluso puede haber gente a la que le parezca que, como información sobre los eventos vaticanos, el resumen sincrético (otra aberración, según B-16) que realizó ayer El Roto en su viñeta diaria, uniendo cuervos y palomas en perfecta armonía, es lo más conseguido de las últimas semanas, en detrimento de las toneladas de supuestas noticias, básicamente dedicadas a las aperturas y cerrojazos de puertas y al ulular de expertos que han metido la pata hasta la mitra.

Todo es relativo, damas y caballeros: tanto, que hay hasta damos y caballeras (horror) en esta era satánica y de deseos individuales desatados.

Se dirá que este sucesor de Pedro, dadas sus declaraciones, difundidas generosamente hasta la fecha, tiene por delante una tarea espiritualmente hercúlea, esto es, enderezar hasta la moral de las hogueras las maltrechas almas de las masas de pecadores que se solazan por todo Occidente como si fuera Madrid en viernes por la noche. Además, B-16 carece del glamour excursionista de su predecesor.

Mas no desconfiemos. Como todo es relativo, no hay que descartar la posibilidad de que reciba ayudas exteriores de quienes son, en principio, sus rivales. Por ejemplo, de esos otros ancianos que, desde los extremos de las otras dos religiones del Libro, se han conchabado siempre con el poder católico para echar por tierra cualquier resolución (congresos de mujeres, cumbres sobre temas científicos) destinada a mejorar las condiciones de vida en este mundo.

Por todo lo cual: fantástico que Scilingo vaya a la cárcel.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_