Muñoz publica en castellano 'Bizia lo' y sale del ''invernadero''
Para el navarro Jokin Muñoz (Castejón, 1963) la literatura en euskera habita en una "especie de invernadero". "Los escritores vascos publicamos en él, hacemos nuestras críticas, nuestros encuentros..., pero nada trasciende", dijo ayer. "El lector no euskaldun puede conocer a Atxaga; si tiene un interés mayor, a Saizarbitoria o Andu Lertxundi (...), y en el terreno más restringido de la poesía, a Kirmen Uribe o Felipe Juaristi. Pero desconoce el resto de la producción", lamentó. Él ha logrado salir de este "invernadero" con Letargo (Alberdania), la traducción al castellano de Bizia lo, libro de relatos con el que ganó el Premio Euskadi de Literatura en euskera 2004.
Letargo, traducido por Jorge Giménez, no es una obra política sobre el conflicto del País Vasco. Pero ofrece, desde la ficción, una mirada "hiriente y agresiva" sobre las personas que lo padecen, más propia de una época "post-ETA" que de la actual, según este autor que dice aborrecer "el acomodo". "Me parece que el acto de escribir tiene que ser siempre un acto de transgresión", afirmó. "Pienso que el gran poder de la literatura es volver diferente lo conocido; violentar la realidad".
Algo que ve más necesario aún en "Euskal Herria" porque, a juicio del escritor, licenciado en Magisterio y Filología y autor, entre otras obras, de Hausturak y Joan zaretenean, se "ejerce en exceso la autocensura". "Nos falta a todos algo más de autocrítica y de sinceridad", señaló, y reivindicó la literatura de ficción contemporánea "como vehículo de conocimiento de nosotros mismos". Él trata de aplicarlo en Letargo, un libro que tiene la valentía ética "de mirar desnudamente a seres humanos en conflicto", según el traductor y el editor.
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