La Diputación alavesa cierra la guerra con el Gobierno por la gestión del tráfico

La Diputación Foral de Álava, acordó ayer poner fin a la guerra que mantenía abierta con el Gobierno vasco desde hace cuatro años por la gestión del tráfico rodado. El Consejo de Diputados aprobó un convenio de colaboración con el Departamento de Interior para "ceder" el equipamiento que la Diputación alavesa había comprado y colocado en las carreteras para este fin -semáforos especiales y carteles anunciadores, además de cámaras de televisión-, a cambio de colaborar en el intercambio de la información relevante en materia de tráfico, seguridad vial y conservación viaria. Según el diputado general, Ramón Rabanera, la decisión fue adoptada como consecuencia de los reiterados fallos de la Comisión Arbitral a favor del Centro de Gestión de Tráfico único para Euskadi, que impulsó en 2001 el Gobierno vasco.

Vizcaya y Guipúzcoa ya firmaron la paz con Interior tras los fallos contra Álava, y aceptaron ocuparse exclusivamente del mantenimiento y la señalización de las carreteras bajo su control.Según informó el diputado general tras el Consejo de Gobierno, el acuerdo de cesión es en realidad una "venta" de los semáforos, los paneles informativos y las cámaras de televisión ya instaladas en las carreteras alavesas. Además, las dos administraciones han llegado a un acuerdo para intercambiarse información relevante para el ejercicio de sus respectivas competencias. Según el convenio, al Departamento de Interior le corresponderá informar de los datos de accidentalidad de las carreteras y de los estudios realizados. Por su parte, la Diputación alavesa dará cuenta de los planes y proyectos de construcción, reparación y conservación de carreteras y ejecución de otras obras e instalaciones en las vías, así como de sus estudios de accidentalidad. La paz en materia de tráfico dará paso a la colaboración entre ambas instituciones, al firmar un apartado en el que ambos se comprometen a cooperar y asistirse en aquellos procedimientos y materias que se requieran para "el eficaz ejercicio de sus competencias".

Sin embargo el conflicto ha sido largo. En febrero y octubre de 2003 la Comisión Arbitral falló a favor del Gobierno vasco en su apuesta por crear un único control de tráfico cuando las tres diputaciones tenían ya el suyo. En febrero resolvió que cuatro apartados del decreto foral que daba cobertura legal al centro alavés "vulneraban la distribución de competencias, concretamente la señalización vertical variable, los postes de auxilio y socorro y los semáforos". Sin embargo esa primera resolución en contra no desmovilizó a las diputaciones que continuaron en pie de guerra y advirtieron a la administración vasca de que no estaban dispuestas a facilitarle los permisos para instalar postes de socorro y semáforos en las vías.

En octubre de 2003, la Comisión volvió a fallar contra la Diputación de Álava, al señalar que el ente foral no podía instalar cámaras en las carreteras. Tras estas resoluciones, tanto Vizcaya como Guipúzcoa firmaron la paz con Interior, renunciaron a mantener la gestión del tráfico. Álava, al conocer la última resolución, indicó que la acataría y que, "como gesto de buena voluntad", ponía a disposición de Interior los 15 kilómetros de fibra óptica instalados entre el alto de Aiurdin y el centro de control de carreteras en Vitoria, así como las dos cámaras de televisión ubicadas junto al túnel de la autovía a Bilbao.

Ayer se produjo el penúltimo episodio del largo conflicto, con el acuerdo de Álava de aceptar que las competencias en materia de gestión de tráfico queden en manos del Gobierno. No obstante, queda pendiente la cuestión de constitucionalidad elevada por el Tribunal Superior obre varios artículos de la ley que regula la Comisión Arbitral, ante el recurso presentado por la Diputación