Líbano forma un Gobierno de transición para preparar las elecciones

Tras seis semanas de crisis y vacío de poder provocado por el asesinato del ex jefe de Gobierno Rafik Hariri, el primer ministro libanés, Nagib Mikati, logró formar ayer un minigabinete de transición, cuyas misiones más importantes y urgentes serán dos: preparar las elecciones legislativas del próximo mayo y despedir a las últimas tropas sirias, que en poco más de una semana abandonarán Líbano tras 29 años de ocupación.

En un tiempo récord de poco menos de tres días, el diputado y hombre de negocios Nagib Mikati, de 50 años, anunciaba ayer la formación de un nuevo Gobierno, de dimensiones reducidas para los estándares libaneses, constituido por 14 miembros, menos de la mitad de los componentes de los anteriores Gabinetes. El Ejecutivo está formado por ocho representantes de los sectores prosirios, a los que se han sumado otros cinco de la oposición, gracias a un pacto logrado por todas las fuerzas políticas la pasada semana para facilitar la transición.

El primer ministro Mikati ha optado por mantener en sus puestos a los anteriores representantes de Exteriores, Mahmoud Hammoud y Jawad Jalife, dos prosirios de perfil polémico, a los que la opinión pública acusa de intentar frenar las investigaciones del asesinato del ex jefe de Gobierno Rafik Hariri. Pero junto a ellos Mikati ha sentado como ministro del Interior al ex responsable de la seguridad general Hasan Sabei, y al juez Jaled Kabbani como ministro de Justicia, conocidos por sus relaciones y vinculaciones con el clan Hariri, que lidera la oposición.

La misión más importante de este Gabinete será preparar las elecciones legislativas previstas para el próximo mayo, antes de lo cual deberán reformar y revisar la Ley Electoral, en un Parlamento que debe quedar constitucionalmente disuelto a finales de este mes. Pero además, el nuevo Ejecutivo se enfrenta a otra misión delicada: despedir a los últimos soldados sirios, que tienen previsto abandonar Líbano el próximo 26 de abril, en una ceremonia solemne que se celebrará en el valle de la Bekaa. Ese mismo día, en la zona se pondrá la primera piedra en memoria de los soldados expedicionarios de Damasco.

Los detalles de la salida de los últimos soldados sirios de Líbano fueron estudiados ayer en una reunión celebrada por el primer ministro libanés y las autoridades militares de Damasco. En el transcurso de esta reunión, el jefe de la seguridad militar siria en Líbano, el temido y odiado general Rustom Ghazale, anunció la salida inminente del país y su regreso a casa. Dentro de pocos días lo hará también el jefe de las fuerzas ocupantes, el general Fayez Haffar.

En la actualidad quedan en Líbano unos 1.000 soldados sirios, una cantidad ínfima si se tiene en cuenta que antes del 14 de febrero, fecha del asesinato de Rafik Hariri, el pasado 14 de febrero, el número de las tropas ocupantes alcanzaba los 14.000, sin contar las fuerzas de los servicios secretos. La presencia siria en Líbano llegó a contar con 35.000 soldados, acantonados en los puntos más estratégicos del país.

La marcha hacia la democracia de Líbano permitirá el regreso a Beirut del controvertido general Michael Aoun, un líder de la oposición cristiana maronita, que a sus 70 años piensa regresar a su país, lo que pondrá fin a un exilio parisino que se inició en 1990. Su intención es volver a la escena política y presentarse como candidato a la presidencia, según anunció ayer desde su exilio a la prensa internacional.