El drama de 'Coco'
El pasado jueves saltó a los medios de comunicación la muerte a manos de la policía de un chimpancé fugado del Zoo de Valencia. En un principio sentí rabia por la acción policial, me pregunte por qué no lo habían sedado con un dardo. La respuesta vino pronto, a la veterinaria se le había roto la cerbatana y no había otra forma de reducir a este animal que se había convertido en un "peligro público"; luego pensé que esta historia era una mezcla de drama y heroicidad, tras una vida en prisión, sin libertad, este pariente lejano nuestro, había estado a punto de alcanzar la libertad para él y su familia... qué humano ¿verdad?
Pero hoy me he dado cuenta de que el verdadero drama de Coco no ha sido ni su muerte, ni su vida en una jaula, su drama ha sido que cuando consiguió salir fuera del zoo, se dio cuenta de que en el exterior no había nada más que cemento, ruido y prisa. Algunos congéneres le habían contado fascinantes historias de selvas en las que las lianas aún cuelgan de los árboles y la naturaleza ofrece todos sus frutos. Enfurecido de impotencia Coco no encontró razón por la que seguir viviendo y se dejó abatir por la policía.
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