"Mi objetivo es que este proyecto sea tan conocido como 'Las edades del hombre"
Ernesto Mena, madrileño de 53 años, es un alma inquieta. A su faceta de economista, abogado y empresario se suma otra artística que le ha llevado a convertirse en escritor, fotógrafo, escultor y comisario de exposiciones. Además, este hombre de aspecto afable a quien le cuesta hablar de sí mismo, ha sido uno de los pioneros en la aplicación de las nuevas tecnologías a las metodologías del trabajo. Su empresa diseñó en 1997 el primer programa informático para médicos, creado especialmente para las historias clínicas y también ha digitalizado monumentos como la Alhambra. Fue asesor del padre Velicia en las dos primeras ediciones de Las edades del hombre, grandes exposiciones sobre el arte religioso de Castilla-León que continúan realizándose desde 1989, y actualmente está inmerso en un ambicioso proyecto para Sevilla: El viaje de los siglos.
Pregunta. ¿Qué es El viaje de los siglos?
Respuesta. Es una muestra del arte civil y religioso que se producía en Sevilla entre los siglos XVI y XVIII. El proyecto lo patrocina la Diputación de Sevilla a través de Turismo de la Provincia. Hemos conseguido reunir unas 150 obras, entre pintura, escultura, imaginería, documentos, libros, carruajes, armas y orfebrería, que se repartirán entre las dos sedes de la muestra: Arahal y Écija.
P. Renacimiento, Barroco, Ilustración, es un periodo muy amplio ¿cómo se ha planteado representarlo?
R. En Arahal, que se inaugurará el próximo viernes y estará abierta hasta el 30 de junio, podrán verse unas 75 obras de los siglos XVI y XVII a través de un montaje muy innovador que ocupará toda la Iglesia de Santa María Magdalena, serán unos 800 metros cuadrados de exposición. Mientras que en la iglesia de Santa Bárbara de Écija, del 6 de mayo al 15 de julio, podrá admirarse parte del siglo XVII y el XVIII.
P. ¿De qué artistas son las obras y quiénes las prestan ?
R. La mayoría proceden de iglesias de la provincia de Sevilla, además de prestamos de colecciones privadas como la casas de Alba, de Medinaceli y de Lebrija; el Museo del Ejército y el Naval de Madrid; el de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, las bibliotecas Nacional y Colombina y varios ayuntamientos y fundaciones. La lista de artistas es muy larga pero entre los pintores y escultores destacan obras de Velázquez, Zurbarán, Murillo, Valdés Leal, Roelas, Francisco Pacheco, Martínez Montañés, Alonso Cano y Juan de Mesa.
P. ¿Tienen las dos sedes que han escogido relación con la filosofía del proyecto?
R. Sí, porque son dos pueblos que tienen un importante patrimonio artístico y se trata de abrirlos al turismo, de hacer que la gente los visite atraídos por El viaje de los siglos y repare en ellos. Arahal está a tan sólo 45 kilómetros de Sevilla y posee buenos ejemplos de arte del siglo XVIII; mientras que Écija está llena de monumentos renacentistas.
P. ¿Cómo se financia?
R. El presupuesto para las dos primeras muestras es de 450.000 euros que aporta la Diputación de Sevilla con el patrocinio de la Fundación El Monte y de la Obra Social San Fernando.
P. Entre las obras seleccionadas hay algunas piezas bastante desconocidas para el público...
R. La Biblioteca Colombina ha prestado, por primera vez, Libro de viaje de Hernando Colón; tampoco ha salido nunca del Museo del Ejército el primer Manual de artillería que existe, que está fechado en 1592, y también contaremos con un busto del emperador Cómodo, que pertenece a la Casa de Pilatos.
P. ¿Piensa que El viaje de los siglos puede tener el éxito de público que ha obtenido Las edades del hombre?
R. Cuando hicimos la primera exposición de Las edades del hombre, que fue en Valladolid en 1989, nos costó mucho esfuerzo encontrar patrocinadores para el proyecto, pero la fórmula funcionó tan bien que ahora tienen su propia fundación que se dedica a financiar proyectos de otros que necesitan un apoyo. Mi objetivo es que El viaje de los siglos sea tan conocido como Las edades del hombre.
P. ¿Qué vendrá después del siglo XVIII?
R. Mi idea es organizar una gran exhibición sobre la relación de Cristóbal Colón con Sevilla, sus preparativos del viaje. Aunque también podría ampliarse a otras ciudades por las que pasó el Almirante como Huelva, Barcelona o Santo Domingo. Ya tenemos también un esbozo de lo que será la siguiente, en 2007, que versará sobre el mundo romano y se realizará en Carmona.
P. Usted viene de una familia de abogados y tiene una consultora en Madrid, pero a finales de los noventa se instaló en Sevilla, ¿qué le atrajo de la ciudad?
R. Esta ciudad tiene una atmósfera literariamente fecunda y poderosamente artística. En Sevilla hay una aparente permeabilidad, es como si el ambiente de la Feria se trasladara a la calle en horario laboral y eso ayuda a trabajar, por eso le tengo cariño.
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