El Consell reserva 15.500 hectáreas por si algún día se hace el trasvase del Ebro

El Consell aprobó ayer el Plan de Acción Territorial de Corredores de Infraestructuras de la Comunidad Valenciana, por el que se garantiza la reserva del suelo necesario por si algún día se hace el derogado trasvase del Ebro que incluía el PHN. El consejero de Territorio, Rafael Blasco, afirmó que la medida pretende garantizar que no se ocupará el suelo "por el que transcurrirá el trasvase del agua sobrante del Ebro cuando las circunstancias políticas lo permitan". La decisión afecta a una franja que cruza la Comunidad Valenciana de norte a sur que ocupa una superficie de 155 kilómetros cuadrados (15.500 hectáreas) y afecta a 65 municipios -20 de Castellón, 37 de Valencia y 8 de Alicante- que en un 99% es de suelo no urbanizable.

Con esta decisión, dijo Blasco, el Consell "reitera que la única solución posible para mantener un desarrollo sostenible" en la Comunidad Valenciana "y para poder reequilibrar el déficit hídrico es garantizando el trasvase del agua sobrante del Ebro". Un trasvase que, según añadió, es "la única garantía de futuro" en ese sentido.

Por su parte, el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, también presente en la conferencia de prensa convocada por el portavoz del Consell, Esteban González Pons, anunció la próxima presentación, junto con el resto de comunidades autónomas gobernadas por el PP, de un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional contra el Ministerio de Sanidad. La decisión la justificó por la necesidad de pedir amparo judicial ante la decisión de la ministra de Sanidad de no convocar al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para tratar la financiación sanitaria. La iniciativa judicial se complementa con la petición de que la ministra de Sanidad, Elena Salgado, comparezca en el Senado.

Por otra parte, Rambla anunció que el Consell ha aceptado la dimisión del director general de Atención para la Dependencia, Bartolomé Pérez, cuyo sustituto será nombrado en breve.

El portavoz, González Pons, indicó que el Consell había hecho balance del primer año del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, al que dedicó una ristra de adjetivos -"precario, histriónico, teatral, atormentado, radicalizado, poco trabajador, languideciente, menguante, atomatado..."- y le acusó de propinar "un navajazo" a los valencianos al suprimir el trasvase del Ebro.