Ven
La realidad es muy tentadora. Si uno acepta sus reglas puede volar, literalmente. Y en avioneta propia, para no sufrir los retrasos del resto de los mortales. Individuos como usted y como yo, que se metieron en la realidad política para forrarse, tienen en la actualidad pisos de más de 500 metros cuadrados en el centro de la ciudad. Y hay personas a las que la realidad económica les permite explotar a seres que viven a miles de kilómetros de su casa y cuyos rostros no verán jamás. Con dinero real puedes comprar niños y niñas como el que adquiere cien gramos de jamón. Y te los puedes comer, porque, además de tiernos, están sin registrar. Han venido al mundo para que un pederasta capitalista con los dos pies en la tierra se mee en ellos antes de abandonarlos en un contenedor. La realidad. La realidad, si te comprometes con ella, te permite bombardear impunemente poblaciones enteras, torturarlas, gasearlas, arrebatarles sus recursos económicos. La realidad es más rica, mucho más, que la imaginación.
Por eso no se entiende la manía de los educadores y los padres para traer a los niños a la realidad. Déjenlos ahí, que no hacen daño a nadie. Quizá estén imaginando que se cargan al profesor de Matemáticas, al de Ciencias, al de Literatura, pero eso no perjudica al cuerpo docente, por favor. Lo peligroso es dar el salto de la fantasía a la realidad. Y a esto es a lo que nos invita la pedagogía, a venir a la realidad, a dar ese salto. Y la realidad es muy peligrosa, amigos. Se pasa el día con las piernas abiertas, mostrando las delicias de las que podríamos disfrutar si abandonáramos la imaginación. Vive dios que tiene un sexo atractivo. No hay espectáculo pornográfico con más carne, ni mejor colocada, que la realidad.
Mira lo que sería tuyo si te decidieras a especular con la vivienda, con el pan, con las patatas. Mira lo que sería tuyo si te dedicaras al tráfico de esclavos. Mira lo que sería tuyo si te metieras en política, si te apuntaras a una orden religiosa, si estudiaras empresariales en vez de matricularte en Filosofía y Letras... Mira lo que sería tuyo si me dedicaras este artículo, muchacho. Déjate de fantasías, ten los dos pies en la tierra, gánate la vida. Ven.
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