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Reportaje:Elecciones en el PaísVasco

Tres candidatas y un guión bien aprendido

Las cabezas de lista de EHAK logran llegar al final de la campaña sin molestar a las bases de Batasuna ni dar pie a su ilegalización

Las tres acaban de llegar a la política, pero parece que llevan la vida entera. Han conseguido alcanzar el fin de la campaña sin salirse del guión. No han pronunciado ni una sola vez la palabra condena asociada al nombre de ETA. Tampoco han dicho nada que les haya colocado en un apuro legal. Los periodistas vascos -acostumbrados a lidiar con políticos del más diverso calibre- no han conseguido sacarles ni un buen titular.

Ayer por la tarde, en San Sebastián, Nekane Erauskin, la cabeza de lista por Guipúzcoa del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK), convocó una rueda de prensa. Fue curioso observar que la formación estrella de la campaña electoral, el partido que concita todas las miradas, sólo consiguió reunir a una docena mal contada de informadores. Las preguntas que se formularon -no más de tres- daban cuenta de la rendición. Se quiso indagar sobre la edad media de los candidatos. Erauskin dijo que había de todo. Se intentó saber sus profesiones. Idéntica respuesta. De lo demás, ni se habló. En total, ni 10 minutos ante las cámaras.

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Tras la fugaz comparecencia, Nekane Erauskin aceptó hablar sobre ella, si bien después de advertir: "No diré nada que tenga que ver con mi intimidad". Nació en Arama, un pequeño pueblo de Guipúzcoa, en 1961. De profesión enfermera, la mayor parte de su vida laboral -nueve años- estuvo liberada por el sindicato LAB, perteneciente a la izquierda abertzale. Allí ocupó cargos de responsabilidad hasta el último congreso, que se celebró el pasado mes de mayo. "Volví a trabajar en el hospital de San Sebastián", explicó, "pero ahora he vuelto a dejarlo por el partido".

Ni un dato más sobre su vida privada. Si acaso que se metió en política por un deseo de "cambiar las cosas" y que se relaja de la vorágine de la campaña quedándose a solas, meditando. Intentó convencer al periodista, siempre sin perder la sonrisa, de que van en serio, de que lo único que le interesa es "la democracia y la paz". Mientras hablaba, el jefe de prensa de EHAK iba de un lado a otro de la habitación. Hacía alguna apostilla -siempre en buen tono- y seguía paseando. "Veo en la calle mucha ilusión. Desde que salimos a la luz, la gente nos para por la calle para darnos ánimos. Estamos ante un momento histórico y no podemos desaprovecharlo. ¿Por qué no nos dejan trabajar? ¿Por qué ese empeño en que digamos lo que quieren que digamos con las palabras exactas? ¿Por qué no nos creen?".

Al comentársele que, después de 30 años bajo el terrorismo de ETA, parece lógico que la gente acoja sus palabras con un cierto escepticismo, el jefe de prensa hizo un alto en el paseo y exclamó: "Eso mismo fue lo que nos dijo el otro día un picolo [un guardia civil] cuando nos paró en un control".

Ni Erauskin ni su jefe de prensa dijeron saber que, en el Boulevard de San Sebastián, junto a la Parte Vieja, se colocó ayer una gran pancarta con las fotografías de los presos de ETA pidiendo el voto para EHAK.

-¿Y usted cree que Batasuna, que a todas luces está volcada en la campaña a favor de su partido, puede intentar luego cobrarse el trabajo?

La candidata enarcó las cejas en un gesto de no haberlo ni pensado y garantizó que ella, de salir elegida en las elecciones del domingo, ocupará su escaño. El jefe de prensa volvió a intervenir: "Es que se habla de Batasuna como si fueran ogros...". Erauskin insistió en su discurso conciliador: "La gente está harta de la situación, pero hay que sentarse en una mesa desde cero, que a la paz sólo se llegará hablando y cediendo. He asistido", se confía, "a un curso sobre resolución de conflictos en el colegio de mi hijo y se enseñaba precisamente eso: a ceder, a dialogar. Nunca a imponer".

La candidata de EHAK por Vizcaya se llama Maite Aranburu, tiene 28 años y acaba de llegar a la política. "Soy licenciada en Comunicación Audiovisual", explicó ayer, "y empecé trabajando como periodista en la agencia Europa Press en Bilbao. Luego fui responsable de una pequeña revista y ahora soy webmaster de la página de Internet del sindicato LAB". Aranburu se mostró encantada de la experiencia política. "Está siendo", dijo, "muy bonito, pero a la vez resulta muy duro proteger tu vida personal". No obstante, la candidata por Vizcaya desveló que, además de leer y estar con su cuadrilla de amigos, le gusta la piragua y el rugby: "Fui jugadora, pero una lesión me retiró".

Además de lo expuesto aquí, sólo se conoce que la candidata por Álava se llama Karmele Berasategi, que tiene 58 años, está prejubilada de Telefónica e intenta aprender euskera. Al final de la noche, el jefe de prensa de EHAK contesta, de forma negativa, a la petición de este periódico para conocer el perfil de los cinco o seis candidatos con opción de salir elegidos. "Hemos decidido no publicar más datos de los candidatos. Mantendremos a las tres cabezas de lista como las caras referenciales de EHAK, porque no queremos personalizar los escaños. Esperamos que comprendáis esta decisión, que no sería de recibo en una elecciones normales, pero estas elecciones no son normales, como lo ha evidenciado nuestra inesperada y desproporcionada presencia en esta campaña electoral".

Se le insiste en la razón última de tanto misterio y la respuesta no tiene desperdicio: "Es que a lo mejor no son ellos los que van al Parlamento. A lo mejor son otros cinco...".

De izquierda a derecha, Maite Aranburu, Nekane Erauskin y Karmele Berasategi, en Vitoria.
De izquierda a derecha, Maite Aranburu, Nekane Erauskin y Karmele Berasategi, en Vitoria.PRADIP J. PHANSE

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