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La iniciativa privada construirá por primera vez pisos en La Mina

El consorcio del barrio da vía libre a la creación de 1.100 viviendas

Clara Blanchar

El castigado barrio de La Mina, en Sant Adrià de Besòs, se dispone -ahora sí- a transformarse y abrirse a nuevos vecinos. El último paso se dio ayer con la aprobación por el consorcio del barrio de la reparcelación del paseo central y el área industrial de la zona. En la práctica, significa dar vía libre a la construcción de 1.100 pisos, de los que 400 serán de protección y los 700 restantes de precio libre. Dos inmobiliarias han adquirido ya ocho solares para comenzar a levantarlos dentro de un año.

Las inmobiliarias son Urbis y Reyal, ambas con promociones en marcha en la zona próxima al Fórum. Fuentes de Reyal explicaron ayer que su posicionamiento en la zona obedece a sus "posibilidades". "La Mina será la prolongación natural de todo el entorno del Fórum", argumentaron las mismas fuentes.

En las viviendas de protección oficial proyectadas se instalarán los vecinos afectados por el plan de transformación de La Mina. Son los actuales habitantes del edificio de la calle de Venus que se derribará y de los tres bloques de las calles de Marte y Llevant que se partirán verticalmente para abrir calles con el objetivo de esponjarlos

Está previsto que las obras comiencen dentro de un año y duren dos. En total costarán 51 millones de euros, distribuidos a partes iguales entre la urbanización de calles, las indemnizaciones a las industrias que deberán trasladarse y el valor de reposición de las naves.

"Siempre decimos que en La Mina no sobra nadie, sino que falta gente, y las viviendas a precio de mercado servirán para introducir diversidad social en el barrio", repitió varias veces ayer la consejera de Bienestar y Familia de la Generalitat, Anna Simó. La consejera y presidenta de turno del Consorcio del Barrio de la Mina -integrado por la Generalitat, los ayuntamientos de Sant Adrià y Barcelona, y la Diputación- presentó el acuerdo de reparcelación de una zona del barrio que, de acuerdo con el proyecto de transformación, en el año 2010 habrá experimentado un cambio que lleva ya varios intentos fallidos.

En conjunto, esta área central del barrio tiene forma de letra te invertida. La parte vertical arranca en la comisaría de los Mossos d'Esquadra y acaba en lo que hoy son naves industriales, en el lado mar de la avenida de Manuel Fernández Márquez. La parte horizontal es la zona industrial que queda debajo de la avenida, que hoy ocupan 42 empresas, la mitad de las cuales han aceptado ya las indemnizaciones y el traslado a otros polígonos, explicó ayer Simó.

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Según el plan de transformación, el rectángulo vertical, donde actualmente están la escuela de primaria y el instituto, constituirá el nuevo eje central del barrio, con una rambla por la que pasará el tranvía -procedente del puerto del Fórum y el futuro campus universitario- y nuevos edificios a ambos lados. El primer paso para comenzar las obras será el derribo, este verano, de los dos centros educativos, que el próximo curso se trasladarán a nuevas instalaciones.

Los 1.100 nuevos pisos de esta letra te invertida, que se construirán mezclando los edificios de iniciativa privada con los de protección, son una de las tres patas del plan de transformación del barrio. Las otras dos son medidas encaminadas a mejorar la seguridad y actuaciones de rehabilitación -como construcción de ascensores- y programas sociales y culturales.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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