Un paraíso vegetal acristalado

El Palacio de Cristal de Arganzuela es una de las construcciones en acero y vidrio más singulares de Madrid. Posee una superficie de 8.452 metros cuadrados. Su elegante porte se lo otorga una esctructura metálica dividida en naves a dos aguas que forman un crucero. Guarda relación con las estructuras del desaparecido mercado parisiense de Les Halles, cuyo diseño se había inspirado en el de la plaza de las Caravanas de la ciudad persa de Ispahán.

La Estufa de Arganzuela, que también así se denominaba, alberga una de las colecciones vegetales de habitat desérticos, tropicales y subtropicales, más deslumbrantes de Europa, sólo parangonables con las de algunos jardines de las Islas Canarias. El ingeniero Vicente Olmos y el paisajista José Luis Pita Romero fueron sus impulsores.

En su interior coexisten cinco ámbitos ambientales con sus correspondientes microclimas, de temperatura y humedad reguladas, singularizados por diferentes ecuaciones entre vegetación, tierra y agua, generosamente ensambladas en este recinto único en Madrid. Alberga especies tropicales, subtropicales,cactáceas y suculentas, más decenas de árboles y arbustos. Algunos ejemplares han llegado a alcanzar un porte de más de nueve metros, en el límite mismo del techo acristalado, dada la bonanza en la que han vivido. Lo mismo sucede con palmeras y ficus, dragos, plataneras, cactus y árboles con raíces aéreas como el pandanus. Las plantas proceden desde Australia y Laos hasta México, verdadera superpotencia en cactáceas. Una trama de canales cobija una fauna singular de saludables tortugas.

En meses pasados las obras de la M-30 han destruido el daliedo Botánico Cavanilles, con 4.170 plantas de 138 variedades de dalias, flor llegada de México en 1791 y expandia por toda Europa desde España. El daliedo fue inaugurado en julio de 2002 por el alcalde José María Álvarez del Manzano.