Camps convierte la negociación del Estatut en un debate de fechas

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, convirtió ayer la negociación sobre la reforma del Estatut en un debate de fechas. El líder popular aseguró que no hay "una sola razón" para no aprobar el proyecto de ley del nuevo Estatut coincidiendo con la festividad del 25 d'Abril y responsabilizó al PSPV de insistir en incluir una Agencia Tributaria que no quieren ni Consell, ni Gobierno, ni PP, ni PSOE.

La negociación sobre el articulado de la reforma del Estatut está a expensas del calendario parlamentario. El portavoz popular en las Cortes, Serafín Castellano, insistió ayer en que la reforma es "imparable, inaplazable e imparable en estos momentos" y que se puede aprobar en pleno el próximo 25 de abril. Un criterio que cuestionan socialistas y Esquerra Unida, que ayer advirtió de que forzar la tramitación parlamentaria invalidará la reforma. El objetivo marcado en su día por Camps, de aprobar la reforma del Estatut coincidiendo con el aniversario de la Batalla de Almansa, ha terminado por tensionar la negociación entre los grupos parlamentarios. Unos grupos que hoy aprobarán en pleno y por unanimidad el informe de la comisión parlamentaria para la reforma del Estatut en el que se fijan los acuerdos y desacuerdos del PP, el PSPV y Esquerra Unida sobre los cambios que hay que introducir en el texto legal.

La única posibilidad para aprobar la reforma del Estatut el próximo 25 de abril sería acortar los plazos de tramitación de discusión del proyecto de ley. "No tendría ningún sentido que, por satisfacer el capricho del señorito [Francisco Camps] fuéramos a un mecanismo de proyecto de ley en un tiempo reducido", aseguró el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, que recordó que cualquier proyecto de ley tiene un plazo de 15 días para poder presentar enmiendas.

El portavoz adjunto del Grupo Socialista, Antoni Such, tampoco se mostró partidario de hacer una mala reforma estatutaria para lograr su aprobación el 25 de abril. Such instó al PP a flexibilizar sus posiciones y a aceptar algunas de las razonables propuestas socialistas para hacer una "muy buena reforma del Estatut". "Intentar aprobar el documento a toda costa supondría un error histórico de esta Cámara", sentenció Such.

La presión de Castellano por sacar adelante la reforma el 25 de abril se tradujo ayer en el malestar, en privado, de los diputados zaplanistas que consideran que la negociación se dirige desde Presidencia hurtando el debate a los órganos del partido y al grupo parlamentario, que es quien debe respaldar el acuerdo. Por su parte, fuentes de la dirección del grupo parlamentario, que dirige Serafín Castellano, tampoco ocultan su malestar por las interferencias del consejero portavoz, Esteban González Pons, en pleno proceso negociador. Castellano propuso ayer al PSPV presentar una proposición de ley de reforma en registro e incluir el resultado de la negociación posterior mediante enmiendas. La idea fue rechazada. El endurecimiento de las posiciones ha hecho que ahora no haya acuerdo ahora ni sobre el sistema de elección del presidente de la Generalitat.