Al alcalde
Cada día, al cruzar la Castellana en el tramo de la plaza de San Juan de la Cruz sorteo la muerte porque no se respetan los semáforos rojos. Hoy ha estado a punto de atropellarme un Audi, ¡qué emoción!
Al pisar la acera pensando en que, al menos por esta vez lo he conseguido, se ponen en funcionamiento los riegos de los jardines de la mano de Botero y recibo la primera ducha. Al terminar todo el tramo salgo como si acabase de visitar los Jardines de la Albaida. ¡Agua para todos!
Entre medias, tenemos unos animadores que dicen se llaman "los niños rumanos" y se dedican a aliviar de sus pertenencias a los conductores. Las motos pasan por los pasos de peatones.
Y al final, en los jardines que hay frente al Museo de Ciencias Naturales, está la carrera de obstáculos de la enésima reforma de acera, en donde los obreros en la parte de las vallas destinadas a los peatones ha colocado las losas de granito.
Felicitaciones también por haber conseguido que el oso Yogui sea el símbolo de mi ciudad.
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