El Premio María Zambrano homenajea al exilio en la figura del filósofo Adolfo Sánchez Vázquez
El filósofo y poeta Adolfo Sánchez Vázquez (Algeciras, 1915) recibió ayer en Málaga el Premio María Zambrano 2004 de manos de la consejera de Cultura, Rosa Torres. Un galardón que el pensador marxista renovador recibió emocionado, pues aúna el homenaje al exilio andaluz y el reconocimiento desde una tierra natal de la que se vio arrancado hace más de seis décadas.
El propio jurado reconocía en el acta que, en Sánchez Vázquez, "no sólo se pretende premiar una peripecia individual, sino homenajear en su nombre a los pensadores andaluces transterrados, una promoción que tras la Guerra Civil no perdió la brújula sentimental de Andalucía, a pesar de que su trabajo académico tuviera que desarrollarse en otros territorios". Sánchez Vázquez quiso extender este homenaje, en su discurso de agradecimiento, "a todo el exilio español, en especial a los que pudimos acogernos a la hospitalidad del gobierno y del pueblo mexicano".
Criado en Málaga, provincia de la que es hijo adoptivo, Sánchez Vázquez se exilió en 1939 y recaló en México, país donde sigue viviendo e impartiendo seminarios en la Universidad Nacional Autónoma. El filósofo expresó ayer su satisfacción por un premio que "contribuye al rescate de la memoria frente al olvido". Un olvido que se había apoderado de la obra de los pensadores transterrados -término acuñado por José Gaos para expresar el sentimiento de no encontrarse en tierra ajena, sino más bien de haberse trasladado de una tierra de la patria a otra-, no sólo durante la dictadura franquista, "sino durante la transición y después". Un olvido que se convirtió en la política oficial, según el galardonado.
Sánchez Vázquez destacó también su orgullo de que el premio haya "prestado atención" a su condición de andaluz, aunque salió de Málaga a los 21 años, en el éxodo de la carretera de Almería. El filósofo explicó cómo la doble vertiente de la Andalucía de su juventud, "la de los campesinos y los mineros, y frente a ella, la jaranera de los señoritos que les asfixiaban", generó en él "la rabia, el desprecio y la rebeldía" de la que surgió su idea de la libertad, de la igualdad y de la justicia.
El autor de obras como Las ideas estéticas de Marx o la antología A tiempo y a destiempo subrayó también su emoción al recibir un premio bajo la advocación de María Zambrano, por la que siente admiración. Rosa Torres destacó "el compromiso social que impregna su concepción de la cultura", y calificó a Sánchez Vázquez como "un referente ético y social de dimensión internacional" y "testigo privilegiado de una época", en la que fue discípulo de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Ésta es la cuarta edición del
galardón, de carácter bianual y dotado con 30.000 euros.
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