Caballeros del siglo XXI

No hay mucho material didáctico que sirva de guía a los maestros para hacer un buen uso de El Quijote en las aulas. Pero los expertos en didáctica también advierten de que un excesivo dirigismo puede dar al traste con la libertad interpretativa que ofrece la obra literaria más famosa y universal. Lo cierto es que los maestros, con el impulso que brinda la celebración del IV centenario de la publicación de las aventuras del hidalgo manchego, están sacando gran provecho a la obra en todas las asignaturas, no sólo en literatura.

"Don Quijote es un soñador que lucha contra la justicia, por el amor, la utopía; es un disidente y un transgresor de la sociedad de su época, un rebelde, un insumiso. Eso es un héroe con interés para la juventud", asegura el catedrático de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Murcia Pedro Guerrero. Propone que se les acerque a los estudiantes desde esa perspectiva, pero que se les permita llegar a él de una forma activa, que lo descubran, que lo reescriban, que lo traigan a la realidad. "Cuando a los alumnos se les plantean estos valores y características del caballero andante y su escudero, inmediatamente ven la realidad de su tiempo". Guerrero y los docentes que trabajan con él lo han comprobado en las clases. Las redacciones de los alumnos identifican al justiciero manchego con la policía, con la Cruz Roja, con sus abuelos; y a Sancho Panza, con no menos personajes cotidianos. Después de todo, como dijo Fiodor Dostoievski, "Don Quijote, uno de los libros más geniales y también de los más tristes que haya producido el genio humano, es muy capaz de educar la inteligencia de un adolescente".