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Entrevista:RAÚL | Capitán del Real Madrid | FÚTBOL | La semana del gran clásico

"Eto'o es más amenaza que Ronaldinho"

Santiago Segurola

Raúl González, de 27 años, ha sido el jugador bandera del Madrid en los últimos diez. Discutido esta temporada, el capitán madridista afronta el duelo con el Barça en un momento delicado para su equipo. "Si ganamos, hay Liga", asegura. Y añade que disfruta con el juego azulgrana y que tiene a Eto'o como una amenaza mayor que Ronaldinho.

Pregunta. ¿Se encuentra totalmente recuperado de su lesión en el empeine?

Respuesta. Estoy bien, aunque con poco entrenamiento. Me siento preparado para un partido muy importante. Nos puede devolver la ilusión y acabar con la idea de que van a ser dos meses largos y duros.

P. ¿Qué destaca del Barça?

R. Su dinamismo y el acierto de fichar a Eto'o. Es un equipo que disfruta, y se ve. Como aficionado, es muy atractivo verlo en muchos partidos.

"Hemos abusado un poco del balón largo a Ronaldo. Es un recurso cómodo. Pero los equipos toman nota"
"Nuestra mayor dificultad es ocupar los espacios. Nos defenderíamos mejor si tuviéramos más orden en los ataques"
"He sufrido porque las cosas no salían. Me gusta demasiado esta profesión. Cuando uno es exigente, sufre mucho"
"El Madrid siempre se caracterizó por sus grandes extremos. Sin centradores, Hugo no habría sido el goleador que fue"
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P. ¿Es más amenaza Eto'o que Ronaldinho?

R. Para mí, sí. Los dos son grandes jugadores, pero a Ronaldinho hay más posibilidades de pararle, de controlarle. Esas diagonales de Eto'o son temibles.

P. ¿Qué ha sucedido en el Madrid para vivir en esta especie de crisis permanente?

R. Estamos en una situación complicada. No hemos ganado ningún titulo en los dos últimos años y eso es muy duro para un club como el Madrid, más aún después de las grandes expectaciones generadas en las últimas temporadas. Creo que el equipo aún está capacitado para luchar por los títulos, pero tenemos un problema futbolístico que nos impide la regularidad para afrontar 60 partidos por curso.

P. ¿Cuáles son las causas?

R. El mayor problema es que no nos imponemos, que no es el Madrid el que marca el ritmo de los partidos. Tampoco disponemos del balón todo lo que necesitamos. Eso hace que el equipo se divida y abra espacios a los rivales. Diría que nuestra mayor dificultad es saber ocupar los espacios en el juego de ataque. Nos defenderíamos mucho mejor si tuviéramos más orden en los ataques.

P. Su entrenador, Vanderlei Luxemburgo, no es partidario de los extremos. ¿Qué opina?

R. En Brasil se utiliza a los dos laterales como extremos largos. Para mí, cuando hay extremos o gente que mete buenos centros en el área, aumentan las posibilidades de los delanteros. El Madrid se ha caracterizado siempre por sus grandes extremos, por tener gente capaz de tirar buenos centros. Sin centradores, Hugo Sánchez no habría sido el goleador que hemos conocido. O Zamorano.

P. Su producción de goles se ha reducido en el último año. ¿Se siente desabastecido?

R. Posiblemente, mi rendimiento ha bajado, pero también es cierto que el equipo genera menos ocasiones. A veces, hemos abusado un poco del balón largo a Ronaldo, que es un jugador importantísimo para nosotros. Es un recurso que nos ha dado tantas victorias, tan sencillo, que te resulta muy cómodo utilizarlo. Pero los equipos toman nota.

P. Es que resulta muy tentador y muy simple buscar a Ronaldo.

R. Sí, y no es responsabilidad de Ronaldo. El problema es que a veces la falta de elaboración impide la sorpresa, la búsqueda de segundas jugadas cerca del área.

P. La impresión es que la mezcla Ronaldo-Raúl no funciona demasiado bien.

R. Ha habido momentos de buena compenetración, sobre todo en los primeros partidos. No lo veo como un problema de estilos, por muy diferentes que seamos como jugadores, sino como una dificultad que se ha creado por la inercia del equipo. No se ha dado lugar a que nos asociemos como sería necesario.

P. ¿No es un equipo con pocos pasadores?

R. Sí, tendemos demasiado a conducir la pelota. Hay poca movilidad, poca gente que pida un pase largo. Nos cuesta mucho romper la primera línea de presión. Ésa será la clave frente al Barça: si la rompemos, tendremos bastantes facilidades; si no lo conseguimos, porque no ocupamos bien los espacios, porque no tocamos la pelota con rapidez, nos robará el balón y nos dará muchos problemas.

P. ¿Ha dudado últimamente de su capacidad como jugador?

R. No he dudado. Lo he vivido con toda la tranquilidad que se puede tener en medio de un gran debate. Lo he sufrido por mi madre, por mi mujer, por mi familia.

P. ¿Y por usted?

R. He sufrido porque las cosas no salían bien. Soy muy exigente conmigo mismo y con el equipo. Me gusta demasiado esta profesión. Cuando uno es exigente, sufre mucho.

P. ¿A qué achaca este descenso en el rendimiento?

R. Es posible que mental y físicamente no haya estado en la mejor condición. Y por querer darle un vuelco a esta situación he querido dar más de lo que podía.

P. ¿Se ha encontrado solo?

R. No. Tanto en los compañeros como en los rivales siempre he encontrado palabras de ánimo. Lo mismo con los entrenadores. Ellos saben lo que puedo dar al equipo.

P. ¿Aún se siente indiscutible?

R. Indiscutible no hay nadie. Algún día llegará el momento de dejar el fútbol, pero todavía lo veo lejísimos.

P. En una reciente entrevista dijo que, si era un problema para el Madrid, podrían prescindir de sus servicios. Esa frase no parecía propia del Raúl que parecía invulnerable.

R. Siempre he sentido la confianza y el respaldo del club. Yo lo que quiero es lo mejor para el Madrid. Es el club que ha cambiado mi vida. Me siento orgulloso de saltar al Bernabéu y vestir su camiseta. Si el club pensase que soy el problema, tendría que haber la suficiente honestidad para buscar una salida. Pero existe un abismo de ahí a pensar que me quiero ir o que voy a bajar los brazos. La gente que me conoce bien sabe que eso no ocurrirá.

P. ¿Y qué cree que piensa el club?

R. En todas mis conversaciones con el presidente, con Butragueño o con el entrenador, he sentido un gran apoyo. Ellos saben que mi compromiso con el Madrid ha sido, es y será el máximo.

P. Velázquez, una gloria del Madrid, ha declarado que parte del problema se relaciona con el exceso de respeto, de temor, que han sentido los entrenadores con un jugador que necesitaba descanso, pero no quería descansar.

R. Quizá haya algo de razón, pero esa cuestión corresponde a los entrenadores.

P. ¿Les intimida?

R. No. Soy el primero que por el bien del equipo acepto cualquier sacrificio.

P. Pero siempre da la sensación de que mata por jugar.

R. Es lo que me ha hecho disfrutar tanto de esta profesión.

P. En los últimos años se han ido jugadores como Hierro, Morientes o Redondo, que no era español, pero culturalmente estaba totalmente involucrado con el Madrid. En los últimos cinco años han llegado diez jugadores al equipo, todos extranjeros. ¿Afecta al liderazgo, a la relación?

R. Siempre he dicho que el núcleo del vestuario tiene que ser español. Todavía estamos bien, con Casillas, Salgado o Guti, pero hay que cuidar este aspecto.

P. El equipo parece desgastado. ¿Es por una causa física, por la edad de muchas de las estrellas o por la falta de apetito competitivo?

R. No se puede descartar a nadie porque haya cumplido 30 o 32 años, excepto si hay un largo historial de lesiones o problemas físicos. No creo que el Madrid esté en esa situación todavía. Con respecto a eso que llaman hambre de triunfo, es cierto que el Madrid ha ganado mucho. Entiendo la comparación que se hace desde fuera, cuando ves al Barça y dices: '¡Qué hambre tienen!'. Es una sensación favorecida por las victorias. Sólo puedo decir que en nuestro equipo las derrotas producen un dolor enorme.

P. Llegó al fútbol en 1994, cuando el fútbol era una cosa, y ahora estamos en otra muy diferente, en la que el comercio, el negocio, es decisivo. ¿Hasta qué punto distrae a los jugadores?

R. El cambio ha sido tremendo, sobre todo por la repercusión mediática que ha supuesto. Todo se exagera. Se habla de galácticos, un término que no me agrada, como si Laudrup, Mijatovic y todos aquellos jugadores de mi primera época no fueran grandes estrellas, gente que marcó una época. Por lo que se refiere a las distracciones, a mí no me confunden. Yo sé lo que me gusta: el fútbol. Quizá confunde más a los espectadores, a los aficionados, a la gente que enseguida asocia un mal resultado, un mal partido, a distracciones que no son para tanto y que, en muchas ocasiones, forman parte de nuestras obligaciones con el club.

P. ¿No confunde este mundo a los jugadores?

R. Puede confundir, pero ahí está cada uno para reflexionar sobre su profesión. Yo sólo quiero sentirme futbolista, profesional del fútbol. No me gusta hacer anuncios. No me gustan las cámaras. Lo paso mal. Quiero estar tranquilo en mi ambiente y dedicarme a lo que me gusta.

P. ¿Hay Liga para el Madrid?

R. Si ganamos, desde luego, aunque la decisión del título estará en manos del Barça.

Raúl, ayer en un momento de la entrevista.
Raúl, ayer en un momento de la entrevista.ULY MARTÍN

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