_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Realidades silenciadas

Las jornadas de la Mesa de Entidades de Solidaridad con los Inmigrantes y el Patronato Sur-Norte (Universitat de València), incluyeron la mesa redonda Realidades silenciadas. Dos visiones alrededor de la prostitución. Quiero exponer la realidad como lo hice en la mesa.

En los setenta, movimientos en defensa de los derechos de las prostitutas en EEUU y Europa empezaron a hablar de trabajo sexual. Hablar de trabajo sexual vincula las luchas por los derechos de estas trabajadoras a una historia común a las mujeres y cierra la división entre buenas y malas, tan fundamental para esa ciudadanía sexuada excluyente.

Hablar de explotación sexual sin más no da cuenta de cómo la globalización ha transformado la industria; por qué la demanda se centra en otr@s exotizad@s; por qué la industria está conectada a las políticas migratorias...

La variedad en el tipo, la protección, estatus social, control sobre el trabajo etc. de la trabajadora implica que las personas se posicionan por actividad y diversas jerarquías y relaciones de poder: edad, etnia, género.

Si hablamos de trabajo, migrar para trabajar en la industria del sexo puede analizarse como migración regular/ irregular de trabajadores para sectores informales, algo no muy diferente de otras realidades migratorias.

Sin ignorar que la industria del sexo existe en el marco de estructuras patriarcales, es importante que nos centremos en las necesidades de respeto, autonomía y protección jurídica de las trabajadoras, entendamos y apoyemos las luchas de las trabajadoras por el reconocimiento de sus derechos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_