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Los accionistas de DaimlerChrysler critican la gestión del presidente

Tras una junta de casi 12 horas, la mayoría aprueba la labor de Schrempp

El presidente de la compañía automovilística DaimlerChrysler, Jürgen Schrempp, tuvo que oír ayer duras críticas en la junta general de accionistas, que duró casi 12 horas. Sólo una vez sonaron fuertes aplausos, y no fue durante el discurso de Schrempp, sino cuando un inversor pidió su dimisión por la mala gestión en la empresa. Al final, las aguas volvieron a su cauce y el 94,5% de los presentes aprobaron la gestión de Schrempp.

No es la primera vez que llega la polémica a la junta de DaimlerChrysler. El año pasado sólo aprobaron la gestión del presidente el 88,49% de los accionistas, lo que se consideró un serio revés para el primer ejecutivo. El valor bursátil de DaimlerChrysler ha caído un 50% desde la fusión con Chrysler, por lo que en 2004 los accionistas acusaron a Schrempp de ser "el mayor destructor de capital de la historia de la empresa".

Ayer la junta se cerró con la aprobación del reparto de un dividendo de 1,50 euros por acción. "La paciencia de los accionistas está agotada", declaró, Klaus Kaldemorgen, de DWS, la mayor sociedad de fondos de inversión de Alemania. Thomas Meier, de la sociedad Union Investment, criticó por su parte que la empresa haya revisado sus objetivos repetidas veces en los últimos años.

La pérdida de credibilidad de Schrempp, presidente desde hace 10 años, se une a las acusaciones por su mala gestión. En los últimos años la mayor empresa de Alemania no ha salido de un bache para meterse en otro. El problema ahora lo representa la filial Mercedes Car Group, que abarca las marcas Mercedes, Smart y Maybach. De 3.126 millones de euros en 2003, el resultado operativo de Mercedes Car Group se redujo en 2004 en un 47%, hasta los 1.666 millones.

Los problemas del Smart

En gran parte la culpa es de la marca de minicoches Smart, que ha perdido ya 2.600 millones de euros mientras su competidor BMW convertía su Mini en un gran éxito. El propio Schrempp calificó ayer la situación de Smart de "inaceptable".

La compañía va a invertir 1.200 millones en una reestructuración para llevar Smart al equilibrio en 2007. "Naturalmente cuesta dinero, pero estamos seguros de que esté bien invertido", dijo Schrempp a los accionistas. Mercedes Car Group despedirá a alrededor de 700 de sus 2.200 trabajadores, renunciará a dos modelos y aplicará un plan de ahorro.

Pero también Mercedes, buque insignia de la compañía, pierde ventas por el deterioro de su imagen provocado por defectos de calidad. Mercedes protagonizó la semana pasada la mayor llamada a revisión de su historia, que afecta a 1,3 millones de vehículos en todo el mundo, más que la producción de un año. El equipamiento electrónico de los Mercedes ha dado muchos dolores de cabeza a Schrempp, que reconoció en una entrevista con Der Spiegel haber sufrido el problema en carne propia. "Una vez, al dejarme llevar por Stuttgart por el sistema de navegación, me di cuenta después del tercer giro a la derecha de que no era yo el que estaba perdido", declaró Schrempp.

Jürgen Schrempp, presidente de DaimlerChrysler, a la derecha, en Berlín con el consejero Jürgen Hubbert.
Jürgen Schrempp, presidente de DaimlerChrysler, a la derecha, en Berlín con el consejero Jürgen Hubbert.EFE

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