Logroño 'viaja' a Madrid para darse a conocer entre los niños

Solos, sin sus padres, 120 niños de entre 6 y 8 años del colegio Mirabal, en Boadilla del Monte, viajaron ayer en tren para conocer la esencia de Logroño en un día. Entre otras actividades, visitaron la plaza del Ayuntamiento, asistieron al chupinazo que da inicio todos los años a la fiesta de la vendimia e incluso practicaron este antiguo arte. Este viaje, naturalmente, no fue real. Fue un desplazamiento imaginario pero que los niños sintieron auténtico. La compañía de teatro Sapo Producciones ha montado una obra en la que los niños interactúan con los actores, se suben a un tren ficticio y se acercan hasta la capital de La Rioja para conocer los encantos de la región sin salir del colegio.

En este viaje los niños tienen hasta su propio dinero, los euroños. Con esta moneda compran el billete del tren y se suben a la máquina, un decorado. Sólo tres actores, que representan a seis personajes, componen el elenco de la obra.

"Cuando los niños salen del tren, creen de verdad que están en Logroño", cuenta Carmen Gónzalez, la madre del proyecto y gerente de la Fundación Logroño Turismo, la empresa municipal promotora de esta actividad. Allí, recorriendo medio colegio -la compañía ha ocupado el gimnasio y dos aulas- los turistas conocen los lugares más emblemáticos de Logroño en 75 minutos de reloj.

"El recorrido se inicia un 29 de septiembre [San Mateo, el día de la fiesta del chupinazo] en la plaza del Ayuntamiento de Logroño y sigue por la plaza del Espolón y el arco de Revellín", explica González. Para concluir, cómo no, los niños hacen un pisado de la uva y conocen algo de la gastronomía local como las patatas con chorizo o el pincho de tortilla.

González define la experiencia, que empezó ayer, como muy buena. Cuenta que los niños que salían les decían a los que entraban que iban a "flipar", lo que les ha animado a prolongar la representación hasta el próximo miércoles por petición expresa del director del colegio.