"El País Vasco no se puede dar el lujo de no tener una gran universidad"

Los argumentos para potenciar la investigación universitaria se multiplican en el discurso de Carlos Matute (Zaragoza, 1956), catedrático de Neurociencia de la UPV y director de Neurotek. Este laboratorio supone un nuevo paso en la relación entre la universidad pública y los parques tecnológicos, y en la apuesta del Gobierno vasco por la biomedicina y la biotecnología. A juicio de Matute, este esfuerzo debe hacer extensivo al conjunto de la UPV, porque "el País Vasco no se puede dar el lujo de no tener una gran universidad".

Pregunta. ¿Con qué objetivos ha surgido Neurotek?

Respuesta. Nuestro objetivo es comprender mejor las bases moleculares y celulares de las enfermedades del sistema nervioso central y tratar de desarrollar fármacos que en el futuro puedan servir para un mejor tratamiento de estas enfermedades. Además, aquí vamos a tener ocasión de interaccionar con empresas vinculadas al sector biomédico y biotecnológico, y esto puede favorecer que el conocimiento que generamos se transforme en productos que puedan tener un valor económico en sí.

"Si el País Vasco se quiere posicionar en el terreno de la biomedicina, no tiene que correr; tiene que volar"

"El nivel que tienen las universidades buenas del resto de España está muy por encima del nuestro"

P. ¿Por qué gobiernos y comunidad científica destacan tanto la relevancia de la biomedicina y la biotecnología?

R. La investigación biomédica es un valor económico en sí que mueve en Europa en términos de PIB más del 20%. En términos sociales, su valor es incalculable. Estamos hablando además del futuro. Lo que estamos investigando, en el mejor de los casos, tendrá consecuencias decenios después, porque este es un proceso muy complejo. Pero conocer es un valor en sí mismo, y para conocer hay que investigar, lo que supone una inversión absolutamente necesaria y rentable. Si no se hace, otros lo harán y nos quedaremos más atrasados.

P. ¿Por qué es crucial promover la investigación en biomedicina en Euskadi?

R. Porque es un sector que prácticamente no existe en el País Vasco y que tiene un interés estratégico a nivel mundial. Si el País Vasco se quiere posicionar en este aspecto, hay que volar; no digo ya correr, sino volar. Y no se trata de poner los dineros aquí y ahora. También se requiere tiempo. Un investigador maduro requiere decenios. Creo que la estrategia del Gobierno vasco y de la UPV de favorecer a toda costa la investigación, en general, y la biomédica en particular, es acertada. Es más, pese a los grandes avances del último decenio, los esfuerzos deberían ser incluso mayores. Estamos tan al principio que, si queremos estar en posición dentro de diez o quince años hay que poner muchísima carne en el asador. Eso no quiere decir que ya no seamos algo. En todas las áreas de la ciencia hay en la UPV grupos de investigación muy buenos. En concreto, en Neurociencia hay grupos que realizan trabajos de primera magnitud a nivel mundial. Es uno de los puntos fuertes que tenemos.

P. ¿Cómo valoraría la situación general de la investigación en la UPV?

R. Tenemos que ponernos en perspectiva. El nivel de las universidades buenas del resto de España está muy por encima del nuestro, no hay que hacerse ilusiones. Pero lo positivo es que hay una base para el crecimiento, y sobre ella hay que construir. Obviamente, si queremos ser más, debemos atraer a gente preparada y que contribuya a generar una mayor masa crítica investigadora.

P. El también catedrático Félix Goñi comentaba que la investigación en la UPV está "estancada". ¿Está usted de acuerdo?

R. En parte, sí. Hay un crecimiento sostenido, pero si tenemos en cuenta la velocidad a la que van otros, vamos a un ritmo muy inferior. Además, hay un cierto vacío generacional. Pero, en último extremo, estamos hablando de dinero. Si queremos alcanzar el 3% del PIB en Investigación que reclama la UE, tenemos que doblar el porcentaje de inversión, y eso también afecta a la UPV. Por utilizar una analogía,: hoy, para estar en el mismo sitio que estamos, hay que correr. Pero, para avanzar, hay que volar. Y eso tiene una traducción en inversión. La investigación es rentable a largo plazo, porque es un valor en sí misma, pero es cara. Hay que invertir mucho más en investigación, y esto vale para todas las instituciones; Gobierno vasco, UPV, Gobierno central, Europa...

P. ¿Qué futuro tiene la UPV sin una investigación de calidad?

R. Ninguno. Una universidad que no investigue desaparecerá. Investigar es generar conocimiento; da además un gran prestigio y, en general, los grandes investigadores han sido grandes docentes. Lo lógico es pensar que los futuros estudiantes, cuando la movilidad sea mayor, apostarán por las mejores universidades. Y el valor más grande, aparte de enseñar, es dar una investigación de excelencia.

P. Un estudio publicado recientemente constata que la universidad es el eslabón débil del sistema de innovación vasco. ¿Lo cree así?

R. Lo que está claro es que es un eslabón. Lo que hay que hacer es reforzar ese eslabón y eso significa inversión en recursos, pero sin regatear. El Gobierno vasco debe ser generoso con la universidad, detectar sus puntos fuertes, potenciarlos y en los que son más débiles, tratar de corregirlos para conseguir una universidad equilibrada y que sea uno de los motores de la economía del País Vasco. Otras autonomías como Cataluña o como Madrid hace tiempo que lo tienen muy claro. Zonas que socioeconómicamente están incluso por debajo del País Vasco tienen claro que deben apostar por la universidad. Una región rica como el País Vasco no se puede permitir el lujo de no tener una buena universidad. Si tenemos una riqueza superior a la media europea, ¿por qué no podemos tener una universidad al estilo de las grandes universidades europeas? Ése es el reto, pero hay que empezar desde ya.