El medio centro atormenta a Rijkaard

"La clave es tener equilibrio", dijo Rijkaard tan pronto tomó posesión del cargo de entrenador del Barcelona y fue invitado a explicar el contenido de su manual. El equilibrio, según su filosofía, depende del trabajo del mediocentro. Prefirió a Motta antes que a Xavi para el puesto, modificando el concepto tradicional que la escuela azulgrana reclamaba al 4. Desde entonces, por delante de la defensa han pasado muchos jugadores y al final ha sido Márquez el que ha sacado las castañas del fuego, casi siempre porque las lesiones le han roto los planes al holandés, que primero pensó en Motta, fichó después a Edmilson y el pasado invierno a Albertini. Tampoco su empeño en la apuesta por Gerard parece haber funcionado, así que llegados a estas alturas de su segunda temporada en Barcelona, a cinco días de la visita al Bernabéu, todo advierte que si Puyol no se recupera, Márquez está condenado a acompañar a Oleguer en el eje de la zaga y Rijkaard a recurrir a Albertini o a Gerard como mediocentro.

"No llegarás a tiempo", le dijo ayer Lluís Til, médico del primer equipo a Carles Puyol al ponerle al día del trabajo que llevará a cabo durante esta semana. "Verás como llego", le contestó el capitán. "Conociéndole, juega seguro en Madrid", dijo Márquez, mientras Puyol trabajaba ayer por la mañana sobre la arena de una playa de Gavá, buscando estabilidad para un tobillo que recibió cuidados por la tarde de los fisioterapeutas del club. "Es de otra pasta. El día después de lesionarse en Belgrado me dijo que trataría de jugar contra el Betis, pero que en el Bernabéu jugaba seguro", aseguró Laporta en el Círculo Ecuestre de Barcelona. Los médicos son escépticos porque los plazos no dan margen al optimismo, pero el jueves preveen que haya desaparecido totalmente el edema que afecta al tobillo. Será entonces cuando Puyol, con vendaje compresivo, realizará ejercicios propios de un partido sobre el césped del Camp Nou. "Dependemos de sus sensaciones y de la evolución del tobillo", asumen los galenos barcelonistas, que no se atreven a descartarle. "En Madrid juego", insiste el capitán azulgrana, que sigue sorprendiendo por su capacidad al soportar el dolor que genera el tratamiento recuperatorio al que esta siendo sometido. El viernes es el día señalado para decidir si queda o no a disposición de Rijkaard.

El holandés sabrá entonces si dispone de Márquez en el mediocentro gracias a otra recuperación milagrosa del capitán. De lo contrario, el equilibrio del equipo en el Bernabéu quedará a expensas de la aportación de Albertini, que sigue con molestias en los gemelos pero al que los médicos dan por recuperado para el clásico o de Gerard. Ni uno ni otro parecen sinónimo de solvencia. El italiano ha jugado sólo un encuentro de Liga como titular desde que llegó en enero, contra el Mallorca, y en cuatro compareció en escena desde el banquillo. En Champions jugó de inicio contra el Chelsea en la ida, pero en Londres fue Gerard quien jugó los 90 minutos. El de Granollers disputó el primer partido europeo del año, en Glasgow, el único que el Barça ha ganado con él de titular.

En la Liga se le contabilizan dos partidos de titular: contra el Espanyol y ante el Betis el domingo. Ambos concluyeron en empate. En ninguno jugó la segunda parte. Puede que el pasado domingo pesara en la decisión del técnico la tarjeta amarilla que vio en el primer tiempo, pero lo cierto es que, con él, el equipo resulta demasiado blando en la recuperación y a los laterales les falta quien les cubra la espalda al subir. Triunfó en el Valencia jugando por detrás del punta pero no termina de darle equilibrio al Barça actuando por delante de la defensa.