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El PSPV dice que la EMT está en quiebra y Novo reclama la deuda al Gobierno

El Grupo Socialista del Ayuntamiento de Valencia mostró ayer su preocupación por las dificultades económicas por las que atraviesa la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que se encuentra en situación técnica de disolución y necesita una aportación de más de 12 millones de euros para enjugar su deuda. Los socialistas instaron al gobierno municipal del PP a hacer esa aportación. Sin embargo, el concejal delegado de Circulación y Transportes, y presidente de la EMT, Alfonso Novo, afirmó que es el Gobierno central el que debe la deuda de la empresa, igual que el PP "asumió la caótica situación en que los socialistas dejaron la EMT".

Los ediles del PSPV Juan Ferer y Matías Alonso explicaron en conferencia de prensa que la financiación total necesaria para cubrir la deuda, teniendo en cuenta las pérdidas de los años 2004 y 2003, suma 95,2 millones de euros. A esa cantidad, según Ferrer, hay que restar los 41 millones que el Ayuntamiento aportó en 2004 y los 41,9 que prevé inyectar este año, lo que significa que la EMT "seguirá manteniendo" una deuda de 12,23 millones, de los que 7,2 corresponden a 2003 y los cinco restantes al año pasado.

La auditoría efectuada a la empresa señala que "las pérdidas acumuladas han generado una situación de fondos propios negativos" y recuerda que la ley establece que una sociedad mercantil deberá "disolverse cuando las pérdidas dejen reducido el patrimonio a una cantidad inferior a la mitad del capital social, a no ser que éste se aumente o se reduzca en la medida suficiente". Como es impensable la disolución de la empresa pública como la EMT, que presta servicio a miles de ciudadanos, el Ayuntamiento deberá hacer nuevas aportaciones. La auditoría señala que el Ayuntamiento y la Generalitat son los principales deudores de la EMT.

Cuestión de herencia

Sin embargo, Alfonso Novo consideró que es responsabilidad del Gobierno central asumir la deuda de la EMT de Valencia, al igual, explicó, que el PP "asumió la caótica situación en que los socialistas dejaron" a la empresa pública. Se refería el edil popular al año 1991, cuando la derecha asumió el gobierno municipal. Pero Novo no se contentó con eso y dijo que los socialistas valencianos "deberían exigir más responsabilidad del Gobierno central y no conformarse con que a Valencia sólo se le transfiera la cantidad de 6,7 millones de euros", montante que, según recordó, reciben otras ciudades "con menos habitantes, menos líneas, menos autobuses y menos personal como son Zaragoza o Sevilla". También les echó en cara que no exijan al Gobierno que Valencia tenga contrato-programa, como Madrid y Barcelona. Novo obviaba que durante los ocho años del PP en el Ejecutivo central el Ayuntamiento del PP nunca reclamó tales cosas a Madrid.

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