Los precios de la vivienda bajan en las zonas turísticas

La escalada de los precios de la vivienda sigue imparable en Cataluña. Los precios de los pisos aumentaron el 17,4% en 2004 respecto al año anterior y en los últimos siete años prácticamente se han triplicado, según los datos del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda. Pero la pujanza del sector inmobiliario se reparte de forma muy desigual.

Frente a las fuertes alzas registradas en Lleida (35,3%) y Barcelona (14,7%), la desaceleración de los precios en las zonas turísticas se dejó notar en Girona (5,4%) y, sobre todo, en Tarragona, donde el precio medio bajó el 8,7%. Tras las fuertes presiones de los últimos años, en 2004 los precios bajaron una media del 2,1% en las zonas turísticas, un cambio de tendencia que repercutió también en la edificación.

A la luz de estos datos, el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, el ecosocialista Salvador Milà, expuso su "preocupación" por la evolución de los precios, "que deja fuera del mercado libre a parte de la población catalana". Como contrapunto, el nuevo Plan de Derecho a la Vivienda 2004-2007 supuso 6.390 viviendas de protección oficial iniciadas, con un crecimiento interanual del 26% respecto al ejercicio anterior.De acuerdo con las cifras que maneja el Gobierno catalán, el precio medio de la vivienda se ha multiplicado por 2,7 desde 1998. Lo mismo ocurre con el mercado de segunda mano -los precios se multiplicaron por 2,8 entre 1998 y 2004- y con los alquileres, que en la ciudad de Barcelona se han duplicado en el mismo periodo y alcanzan ya una media de 700 euros al mes. Esa cifra no es exclusiva de la capital catalana: en municipios cercanos, como Sant Cugat del Vallès, Sitges, Castelldefels, Gavà y Vilassar de Mar, el precio medio del alquiler es incluso superior a esos 700 euros mensuales, a la luz de los datos de Medio Ambiente y Vivienda.

El titular de este departamento, Salvador Milà, presentó ayer las cifras más representativas de la vivienda en Cataluña en 2004 y puso de manifiesto la "preocupación" por los incrementos de los precios. Pero los datos del año pasado ofrecen algunas novedades sustanciales respecto a ejercicios anteriores. Los crecimientos ya no son generalizados. El encarecimiento de los pisos alcanzó el 35,3% en Lleida y el 14,7% en Barcelona. Sin embargo, a diferencia de otras veces, el crecimiento se suavizó en Girona y fue incluso negativo en Tarragona. "La razón es la caída de precios básicamente en los municipios turísticos, después de las presiones sobre el mercado durante los últimos años", explicó la directora general de Vivienda, Carme Trilla. En las zonas turísticas, la rebaja media del nivel de precios en Cataluña se situó en el 2,1%, después de varios ejercicios consecutivos caracterizados por fuertes incrementos.

Al margen del cambio de tendencia en las áreas turísticas, los expertos atribuyen la evolución al alza de los precios a la fortaleza de la demanda. Un tirón que obedece a la buena marcha de la economía, a la reducción del paro, a la diferencia de precios que persiste aún con el resto de Europa y a la demanda de primera vivienda de los nuevos hogares, pero, sobre todo, "a las condiciones óptimas que ofrece el sector financiero para invertir a largo plazo", a juicio de Trilla. Aun así, los informes de la Generalitat destacan que el esfuerzo para pagar la hipoteca supera con creces el 33% de la renta que recomiendan los expertos en algunas zonas de Cataluña. En Barcelona, el pago de la cuota mensual de la hipoteca supera incluso, como media, el 60% de la renta de sus ciudadanos.

Pisos sociales

Ante las dificultades de las rentas medias y bajas para acceder al mercado libre, Milà aseguró que en el primer año de la aplicación del Plan de Derecho a la Vivienda 2004-2007, la construcción de pisos de protección oficial se incrementó el 26% con respecto a 2003, hasta situarse en 6.390 viviendas. El titular de Medio Ambiente y Vivienda resaltó que el crecimiento obedece a que "hasta ahora, las políticas de promoción de vivienda protegida no existían". La previsión para este año es alcanzar los 9.300 pisos protegidos y concertados.

Ante la previsible subida de los tipos de interés, la Generalitat prepara una batería de medidas para incentivar "políticas conservadoras" en la financiación de la vivienda, explicó Trilla. El Departamento de Medio Ambiente y Vivienda negocia con varias entidades una línea de financiación para la vivienda a precio concertado, una figura que en el nuevo plan supone precios hasta un 30% más caros que la vivienda de protección oficial, dirigidos a las rentas medias. Se trata de hipotecas a tipo fijo con un sistema de cuotas crecientes a un plazo de amortización de 30 años. "El objetivo es hacer las hipotecas a tipo fijo más atractivas que las de interés variable durante los primeros años, con cuotas más bajas", dijo.