TVE retrata la ajetreada actividad de un despacho de abogados en 'Al filo de la ley'

Televisión Española recupera la fecunda tradición de las series de abogados con Al filo de la ley, una producción que retrata la ajetreada actividad cotidiana de un reputado bufete de letrados que atiende todo tipo de casos. Protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Natalia Verbeke, Fanny Gautier y Emilio Gutiérrez Caba, y rodada en alta definición, se estrena esta noche en La Primera (22.00). Para el director de la cadena pública, Manuel Pérez Estremera, Al filo de la ley aúna interés y calidad. "Es la gran apuesta de ficción de TVE de esta temporada", dijo el martes durante la presentación de la serie.

En los gigantescos estudios audiovisuales de El Álamo (Madrid), la productora Plural ha creado el despacho de abogados Álvarez y Asociados, dirigido por González Álvarez (papel interpretado por Emilio Gutiérrez Caba). Allí se sitúa el epicentro de Al filo de la ley, una serie que recupera las tramas de abogados que con tanto éxito han desarrollado multipremiadas producciones como Ley y orden, Ally McBeal, El abogado o La ley de Los Ángeles. En España, el antecedente más remoto e ilustrativo es Turno de oficio, un histórico título que triunfó en los años ochenta y sacó a la luz los entresijos del sistema judicial.

Al filo de la ley pretende reflejar fielmente la actividad cotidiana de un bufete de abogados cuyos casos pivotan sobre aspectos sociales controvertidos: acoso moral en los colegios, abusos sexuales a menores, estafas, violencia machista, inmigración ilegal o accidentes laborales.

Junto a Gutiérrez Caba, el equipo de letrados protagonista lo componen Leonardo Sbaraglia, Natalia Verbeke y Fanny Gautier. Paul Lostau da vida a un joven e ingenuo pasante, César Vea es el avispado investigador privado, y Olga Cáceres, la eficiente secretaria. Los televisivos abogados se declaran "sensibles a los problemas de la sociedad que les rodea". Y para dotar las tramas del mayor realismo posible, el equipo de guionistas cuenta con el asesoramiento de periodistas y abogados, especialmente puntillosos a la hora de seguir paso a paso los procedimientos jurídicos y de usar la terminología legal. Para Gutiérrez Caba, la serie tiene el valor añadido de mostrar a los espectadores cómo funciona el sistema judicial español, con sus virtudes y sus defectos. Subraya que también aparecerán abogados, jueces y fiscales corruptos. "Como la vida misma".

Para meterse en el papel, los actores han asistido a juicios, se han empotrado en bufetes de abogados y son asesorados por profesionales acostumbrados a batirse en los estrados de los juzgados. Para Sbaraglia, la serie equivale a una película con 13 guiones diferentes que van evolucionando. Cada uno de los capítulos es "como un rompecabezas que se va armando a medida que avanza la acción, con elementos de intriga y misterio". Además de la tensión derivada de los casos estrictamente profesionales, la serie apoya la intensidad narrativa en las relaciones personales y sentimentales de los protagonistas.

Los directores, Javier Olivera y José María Caro, aseguran que cada caso exige un tono narrativo distinto, unas veces próximo a la comedia y otros con un intenso dramatismo. Pero ante todo destacan la calidad técnica de la serie, firmada por Plural, la productora audiovisual del Grupo PRISA. Esta ficción está rodada en alta definición, un sistema que multiplica las tradicionales 625 líneas, otorga una mayor nitidez a la imágenes y es la primera vez que se utiliza en una serie de Televisión Española. Además de esta innovación, Al filo de la ley tiene "una calidad y un interés fuera de lo habitual", en opinión del director de la televisión pública, Manuel Pérez Estremera. Es un producto que se ajusta "al tratamiento" que la cadena quiere otorgar a las producciones de ficción, explicó el pasado martes durante la presentación de "la gran apuesta de ficción" de TVE para esta temporada.