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Juicio contra un hombre acusado de 10 agresiones sexuales en Alcorcón

La Audiencia de Madrid juzgará durante los próximos días 5 y 6 a Óscar D. S. como supuesto autor de 10 agresiones sexuales cometidas contra adolescentes de entre 12 y 16 años residentes en la localidad de Alcorcón.

El acusado, mayor de edad, sorprendía a sus víctimas cuando éstas subían en ascensor o se disponían a entrar en el portal de sus casas. Les ponía una navaja en el cuello ("si gritas, te rajo", les advertía) y cometía con ellas todo tipo de tropelías.

El fiscal pide 80 años de cárcel y reclama al tribunal que, al menos, cumpla 20 años efectivos de prisión. Además, reclama que el acusado indemnice con 71.000 euros a las víctimas (tres de las afectadas necesitaron asistencia psicológica).

La primera violación que se le atribuye se produjo el 27 de diciembre de 1998. Su víctima, una niña de 16 años. La abordó por detrás, cuando la menor entraba en el portal de su casa. Le tapó la boca y le puso un objeto punzante en el costado. "Si gritas, te rajo", le dijo. La condujo hasta un descampado y allí la violó.

Óscar D. S. volvió supuestamente a actuar en 2002. Por la calle del Olímpico Fernández Ochoa, de Alcorcón, siguió los pasos de una adolescente de 14 años y entró con ella en el portal de su domicilio y luego en el ascensor. Sacó una navaja y se la puso en el cuello: "Si gritas te rajo", le espetó. Condujo el ascensor hasta el sótano y allí, en un descansillo del garaje, abusó de la chica, sin dejar de amenazarla con una navaja.

Sólo tardó otro mes en volver a actuar. Esta vez lo hizo con una niña de 12 años, a la que abordó en el ascensor de su bloque de pisos. Le tapó la boca a la niña y le puso un objeto punzante en el cuello. Detuvo el ascensor en la segunda planta y, en un descansillo, comenzó a abusar de ella. Salió huyendo de allí tras escuchar los pasos de una persona por las escaleras.

El 13 de mayo de 2002 atacó a su siguiente víctima, ésta de 15 años, en la calle de la Olimpiada de Alcorcón. La mecánica, la misma. La abordó cuando la chica entraba en el portal de su casa y le tapó la boca, pero la joven, en este caso, comenzó a gritar y el agresor, por temor a ser descubierto, huyó. Su quinta fechoría la cometió sólo cuatro días después. Siguió a una chica de 16 años hasta la plaza de A Coruña, donde, cuenta el fiscal, "la agarró con fuerza del cuello" y le dijo: "No chilles y sigue andando, que te pincho y mato". La llevó por la fuerza hasta la plaza de Pontevedra. Una vez allí, la subió por unas escaleras hasta la parte trasera de una oficina bancaria. Pero esta chica aprovechó un descuido y salió corriendo, "sin que el procesado", señala el fiscal, "lograse ejecutar contacto libidinoso alguno".

Descampado

Un mes después, también en Alcorcón, abordó a una chica de sólo 13 años. La sujetó por la espalda y también le tapó la boca. La llevó hasta un descampado y abusó de ella. Lo mismo hizo el 9 de julio de 2002 con otra chica de 14 años, cuando ésta se disponía a entrar en su casa. En este caso, en lugar de llevarla a un descampado, la llevó, amenazándola con un cuchillo, hasta el interior del bloque de pisos. Del susto, a la menor se le cayeron las bolsas de la compra que llevaba en sus manos. Y aprovechó que la chica caía también al suelo para echarse sobre ella y atacarla sexualmente.

Las otras agresiones sexuales las perpetró el 30 de agosto de ese año (con una niña de 12 años, en un ascensor); el 2 de septiembre (con una niña de 13 años, también en un ascensor y siempre con el mismo método ("cállate o te rajo") y el 8 de septiembre de 2002 (con una mujer de 22 años).

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