Los linces nacidos en cautividad se soltarán en el campo a partir de 2010
La variabilidad genética se garantizará con 60 animales reproductores
Los tres cachorros nacidos en Doñana el lunes seguirán en el programa de cría en cautividad del lince ibérico. Y los siguientes que nazcan, si se confirma la gestación de Esperanza, también. La introducción de linces en el campo no se realizará hasta que no esté garantizada su variabilidad genética, que se logrará con 60 animales reproductores. Esta cifra se alcanzará en 2010, según la directora del plan de cría, Astrid Vargas.
La veterinaria Astrid Vargas, que dirige el programa de reproducción en cautividad del lince ibérico en el Parque Nacional de Doñana (Huelva) desde 2003, señaló que el nacimiento de los tres cachorros proporciona una situación "muy optimista" para el felino, aunque aclaró: " No tiene sentido criar un montón de linces en cautividad si no tenemos donde colocarlos". Vargas se refería a la necesidad de tomar medidas durante los próximos cinco años que permitan conservar a la especie en su medio natural.
Para 2010, los responsables del programa de cría esperan contar con 60 ejemplares reproductores (machos y hembras), que garantizarían el 85% de la variabilidad genética que existía en la naturaleza en 2004. Con esta cifra, según Vargas, se aseguraría la viabilidad de la especie aún en el caso de que la situación en la naturaleza fuese muy adversa. De estar presentes en Portugal, Castilla-La Mancha y Extremadura hasta los ochenta, los últimos ejemplares (alrededor de 150) sobreviven en Doñana y Sierra Morena.
Así que los primeros cachorros de lince que nacen en cautividad en el mundo están destinados a seguir trabajando para asegurar el futuro de su especie. De momento, siguen sometidos a una estrecha vigilancia mediante un dispositivo de televisión dado que durante los primeros días corren el riesgo de ser abandonados o comidos por parte de la madre, Saliega. "Cualquier molestia puede hacer que la hembra haga daño a la cría, incluso sin querer", explicó la veterinaria. De momento, la madre se comporta como cualquier otra y sólo abandona a la camada cuando sale a cazar los conejos vivos que le facilitan sus cuidadores. El padre, Garfio, que ocupa una jaula vecina, no tiene ninguna relación con los cachorros. Igual que en la naturaleza.
En próximas semanas podrían nacer nuevos linces si se confirma la gestación de Esperanza. El programa de reproducción en cautividad del lince ibérico cuenta con 13 animales (ocho hembras y cinco machos), repartidos entre Doñana (10) y el zoo de Jerez (3). El coste del mantenimiento del centro de cría de Doñana ronda los 105.000 euros al año.
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