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El PSC reconoce que la crisis del Carmel daña sus expectativas de voto

El desgaste afecta al Gobierno catalán pero no al de Zapatero

Enric Company

La crisis de confianza política registrada tras el hundimiento del túnel del metro del Carmel pasa factura a los socialistas catalanes. La comisión ejecutiva del PSC, reunida ayer a pesar de que la jornada era festiva en Cataluña, constató una pérdida de intención de voto hacia el partido y un aumento del número de indecisos, provocados por el impacto de la crisis del Carmel en el electorado catalán.

La cúpula del PSC tomó nota de que el desgaste provocado por la crisis del Carmel ha afectado a la imagen del Gobierno tripartito que preside Pasqual Maragall, pero no a la del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Los dirigentes del PSC dedicaron dos horas y media a analizar y debatir el desarrollo de la crisis del Carmel, iniciada hace dos meses con el hundimiento en las obras de un túnel del metro. El debate tuvo un enfoque inevitablemente crítico, debido a que tomó como base un informe del secretario de Organización del partido, José Zaragoza, que daba cuenta de que la crisis ha tenido un impacto negativo en la imagen del PSC y de sus dirigentes que presiden las instituciones directamente responsables: Maragall como presidente del Gobierno catalán y Joan Clos como alcalde de Barcelona.

El informe de Zaragoza tomaba sus datos de varios sondeos publicados en las últimas semanas y en un barómetro de opinión encargado por el Ayuntamiento de Barcelona. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, explicó que todos estos indicadores muestran un descenso en la valoración de los líderes políticos catalanes y un aumento del número de los electores encuestados que se declaran indecisos a la hora de expresar su intención de voto.

Nadie pone en cuestión que éste es el estado de ánimo actual en la opinión pública catalana. "Se aprecia una sintonía mayor con el Gobierno de España que con el de la Generalitat y algunos gobiernos locales", dijo refiriéndose al de la ciudad de Barcelona.

Demanda de transparencia

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Para afrontar esta situación, la dirección del PSC se propone atender "la demanda real de transparencia" en la actuación de las Administraciones, "mejorar la eficiencia" en la gestión y "poner el interés general por delante de los intereses de partido" en los asuntos que centran la atención política.

Respecto a la transparencia, Iceta puso como ejemplo la propuesta de prohibir las donaciones anónimas de particulares y empresas a los partidos. "Se ha demostrado que los donativos anónimos son una manera de camuflar aportaciones no altruistas", dijo Iceta.

Ésta sería una manera de evitar las sospechas sobre el pago de un 3% de comisión ilegal por las empresas adjudicatarias de obras a los partidos gobernantes, a las que se refirió el propio Maragall en el pleno extraordinario sobre el hundimiento del Carmel, en alusión a los 23 años de Gobiernos de Convergència i Unió en Cataluña.

Los socialistas confían en poder recuperarse de este descenso en sus expectativas, particularmente preocupantes en el caso del Ayuntamiento de Barcelona, en el que ya registraron un retroceso en las últimas elecciones municipales.

La confianza se basa, según Iceta, en que ninguna encuesta ha detectado que el descenso en intención de voto de los socialistas catalanes beneficie directamente a otros partidos y que el PSC sigue encabezando las preferencias tanto a escala municipal como autonómica.

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