Preludio festero en Alcoi

La Gloria, el preludio de los Moros y Cristianos de Alcoi cumplió un año más con la tradición. El primero de los desfiles que conforman el programa de estas fiestas empezó con una climatología habitual de la primavera. El viento soplaba, las nubes tapaban el sol y el termómetro no subía de los 12 grados. Los primeros sones de L'Himne de la Festa a cargo de la Unión Musical y los primeros aplausos de los miles de seguidores que congregó el inicio de este acto en la plaza de España hicieron subir la temperatura. A las diez de la mañana los 28 festeros escogidos en representación de cada una de las filaes de los bandos cristiano y moro estaban ya dispuestos en formación para iniciar el desfile. Muchos nervios, emociones contenidas y alegrías ante el inminente inicio de la fiesta eran los sentimientos que reflejaban sus rostros. A continuación entraron en escena los dos protagonistas de la jornada. El sargento moro, Juan Luis Guitart, escogió el pasodoble El Marchós, de José María Valls Satorre para pedir el avance de los representantes de su bando.

Minutos después, Juan Abad Lillo, debutó como sargento cristiano y pidió el avance a los festers de su formación con el pasodoble Krouger, compuesto por Camilo Pérez Laporta. El numeroso publico que congregó la plaza de España puso el resto. Entre ellos llamaba la atención quien desempeñará en las próximas fiestas del cargo de alférez moro, Jeremias Gisbert. Dos días antes un mal paso mostró la vulnerabilidad de su talón de Aquiles. Asistió a la Gloria en silla de ruedas y prometió recuperarse de la operación, a la que fue sometido el viernes, en 21 días y así estar listo para los días grandes de estas fiestas.

La Gloria recorrió las calles del casco antiguo y finalizó a las dos de la tarde en la misma plaza de España con una mascletà.