Sobresaliente en solvencia
España está considerada como uno de los países más estables y con menos riesgo de quiebras o impagos
Los problemas de competitividad que afectan a la economía española, especialmente en el sector exterior, no son obstáculo para que las grandes compañías mundiales del seguro de crédito a la exportación sigan considerando a España como "el país más dinámico de la UE", junto al Reino Unido, y uno de los "más estables y con menos riesgos de quiebras o impagos comerciales del planeta".
Las grandes aseguradoras de crédito a la exportación prevén que la siniestralidad por insolvencias crecerá un 4% en España durante 2005
Los informes sobre el riesgo país de España, avanzados por los grupos Euler Hermes y Coface, coinciden en mantener a nuestro país en el selecto grupo de las diez mejores economías del mundo por sus niveles de solvencia y la fiabilidad en los pagos de sus empresas, equiparables a los de Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, los países nórdicos o Australia. Una estabilidad y solidez que no se verán alteradas en el corto plazo a pesar "signos evidentes" de desaceleración de la demanda interna, en que también coinciden ambas compañías, que se traducirán en "una ralentización del crecimiento durante el año 2005".
Para Euler Hermes, el crecimiento de la economía española será este año "ligeramente inferior" al de 2004, en torno a una décima, al verse afectada por un contexto internacional menos favorable. "El crecimiento mundial bajará al 3% y el incremento de los precios en el sector de la energía está reduciendo, en general, el poder adquisitivo de las familias, mientras que algunos países han empezado ya ajustar sus políticas monetarias y fiscales", explican los técnicos de esta compañía, líder mundial en seguro de crédito. Unas circunstancias que en el caso de España podría conducir a un alza del 4% en los casos de insolvencia en 2005, frente a la caída del 2% un año antes, "circunstancia que quizás se vea potenciada por los efectos de la nueva Ley Concursal".
Clima económico
Este crecimiento de la siniestralidad en España será ligeramente superior al 3% de media en la Unión Europea, y similar a la tasa de Japón, aunque el informe de Euler Hermes destaca, sin embargo, cómo el dinamismo del consumo y la fortaleza de la construcción han contribuido a la "estabilización de las quiebras en España en un nivel bajo", en torno a un millar de insolvencias anuales durante el periodo 2000-2005.
En la misma línea, los informes de riesgo de Coface resaltan que "el clima económico, todavía globalmente positivo, favorece la solvencia de las empresas españolas". El escenario que para nuestro país describe el grupo francés aparece marcado por un aumento de los gastos sociales, el mantenimiento de unos tipos de interés reales negativos y la continuidad en la inversión inmobiliaria. Factores cuyos efectos beneficiosos se verán contrarrestados por "el fuerte endeudamiento de los hogares, la desaceleración en la creación de empleo y la persistencia de las tensiones inflacionistas".
En este contexto de luces y sombras, los analistas de Coface no descartan una "celeración en los planes de inversión de las empresas", vinculado al dinamismo de los gastos en infraestructuras, pero alertan también sobre el continuado deterioro del sector exterior, donde la previsible ralentización de las importaciones no será suficiente para compensar la "debilidad persistente de la exportación y del turismo, afectados a la vez por una erosión de su competitividad en precios y una evolución desfavorable de los principales mercados".
Añadido al sector exterior, el presidente mundial de Coface, François David, advierte también sobre "la fragilidad del mercado inmobiliario" sustentado sobre una política de créditos baratos y precios elevados, pero que podría verse seriamente afectado por una posible subida de los tipos de interés "que sería muy perjudicial para la economía española en su conjunto".
Una hipótesis, la de la subida del precio del dinero, que para François David "no puede ser excluida en Europa como respuesta a la muy probable subida de los tipos en EE UU, que necesita recurrir a la política monetaria para paliar su déficit presupuestario, agravado por el aumento de los gastos de Defensa y las promesas de reducción de impuestos del presidente Bush".
Este clima de solvencia y optimismo es, para Coface, general a la gran mayoría de las actividades productivas, aunque existen algunas excepciones significativas en algunos sectores manufactureros, como el calzado y el textil, además de los electrodomésticos y la industria auxiliar del automóvil, "expuestos, todos ellos, a la competencia asiática y del este de Europa", especialmente tras la liberalización de los mercados el pasado 1 de enero.
El informe del grupo asegurador constata a este respecto que la escasa difusión de las altas tecnologías y del gasto en investigación son uno de los principales puntos débiles de la economía española, junto a "la rigidez del mercado laboral, que contribuye a mantener un elevado desempleo estructural; la débil productividad y la indexacción de los salarios, que generan tensiones inflacionistas que resultan perjudiciales para la competitividad de la oferta". Por el contrario, el informe de Coface alaba el equilibrio alcanzado en las cuentas públicas y el esfuerzo inversor del Estado en las infraestructuras.
Un factor coyuntural añadido al normal desenvolvimiento de la economía es el impacto de la nueva Ley Concursal, que entró en vigor en septiembre del año pasado y que Euler Hermes estima será el principal responsable del crecimiento de la siniestralidad comercial previsto para España en el año 2005.
Recuerda, en este punto, que la antigua legislación concursal presentaba una serie de características que "desincentivaban" su utilización por las empresas como la dispersión de las normas aplicables, la falta de eficacia a la hora de ver satisfechos los créditos, el elevado coste de los trámites procesales y la excesiva duración de los procesos, que se situaba en torno al año y medio para las suspensiones de pagos y de dos años y medio en el caso de la quiebras.
Entre las principales suspensiones declaradas en España durante el año 2004, los informes de las aseguradoras de crédito destacan las de Terra Mítica Parque Temático de Benidorm y Laurenfilm en el sector de actividades recreativas y culturales; las de González Cabello y Nicosia Trade en el comercio minorista, además de la química Fisipe Barcelona y la constructora Tudela de Construcción. La facturación conjunta de estas seis empresas era superior a 362,987 millones de euros con 1.914 trabajadores afectados, de los que 1.130 correspondían a Terra Mítica.
Madrid, un alumno aventajado
El análisis de riesgo de Euler Hermes desciende también a analizar la evolución de la solvencia de las distintas comunidades autónomas. Una evaluación que sitúa a Madrid como el alumno más sobresaliente dentro del territorio nacional, acompañado en el pódium por Galicia y Andalucía, regiones que muestran una mayor tendencia a la baja en las quiebras e insolvencias durante el último trienio, tanto en relación con el número total de empresas como con el PIB. En sentido contrario, los peores resultados se registran en Baleares, Cataluña, País Vasco y la Comunidad Valenciana, todas ellas con una evolución ascendente de su siniestralidad empresarial.La comparación del número de insolvencias declaradas en Madrid con los datos del conjunto de España muestra cómo entre 2002 y 2003 el descenso de la siniestralidad en Madrid es de 14%, tasa muy superior al 2% de media nacional. Esta caída de insolvencias en la capital se modera hasta el 5% en el año 2004, pero sigue todavía muy por encima de la media española, que se mantiene en el mismo 2%.
El informe de Euler Hermes destaca que Madrid ha mantenido un crecimiento estable del PIB en el periodo analizado, "ligeramente por encima de la media nacional", y es también una de las comunidades donde se crea, cada año, mayor número de empresas. Durante el año 2004, el número total de insolvencias declaradas en Madrid fue de 126, de las cuáles 77 se presentaron durante los ocho primeros meses del año, y el resto, a partir de septiembre. Este fuerte incremento durante el último cuatrimestre se debe a la entrada en vigor de la nueva Ley Concursal, que viene a llenar la falta de unificación legislativa que existía anteriormente en esta materia, instaurando un procedimiento único y acelerando los trámites para resolver las situaciones de insolvencia patrimonial y quiebras.
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