El guarda de una nave muere apaleado en Torrejón de Ardoz

Una muerte violenta sacudió el viernes por la noche la tranquilidad de la Semana Santa en la región. Un guarda de seguridad de una industria de Torrejón de Ardoz, Agustín Liétor Garrido, de 53 años, murió tras ser agredido a patadas y puñetazos por un hombre de nacionalidad extranjera, supuestamente ucranio.

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía, destinado en la propia comisaría de Torrejón que estaba fuera de servicio y que oyó gritos, arrestó al presunto homicida. La causa del homicidio apunta, en primera instancia, a una deuda entre agresor y víctima. Éste es el undécimo asesinato que se produce en la Comunidad de Madrid desde que comenzó el año.

Los hechos se produjeron sobre las once de la noche en la sede de la empresa de alimentación y pasta Rivoire y Carret Española, en el número 14 de la calle del Bronce, en un polígono industrial de Torrejón de Ardoz. Ahora se encuentra prácticamente abandonada y, según otros vigilantes de la zona, hace más de un mes que no entran ni salen camiones.

Sobre esa hora se presentó un hombre y empezó una discusión con la víctima, que se encontraba sola en ese momento. De las palabras pasaron a las manos y el visitante la emprendió a golpes con la víctima, que recibió una brutal paliza. Agustín Liétor pidió auxilio, pero, dado que era festivo y de noche, no tuvo respuesta inmediata. El único que se percató de que algo estaba ocurriendo era un policía nacional que estaba fuera de servicio. Cuando llegó al lugar vio al vigilante caído en el suelo. Permanecía inmóvil, mientras su atacante estaba al lado.

Situación irregular

El policía logró detener al supuesto agresor, que dijo ser de nacionalidad ucrania. Avisó desde su teléfono móvil a la comisaría de Torrejón de Ardoz. El detenido, cuya identidad real está pendiente de ser confirmada, nació en 1983. Con el nombre facilitado no le constan antecedentes policiales, aunque está de forma irregular en España. Ayer explicó que el fallecido le debía dinero y que la noche del viernes fue a cobrarlo. Todo terminó en una pelea y la posterior muerte.

El cadáver de Liétor fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, en la capital, donde ayer le fue practicada la autopsia. El cuerpo será trasladado a su localidad natal, en Pegalajar (Jaén). Algunos vecinos de esta localidad explicaron a EL PAÍS que el fallecido abandonó este municipio hace al menos 15 años, al igual que su familia. Tenía otros dos hermanos y una hermana. Los tres, con los que mantenía escasa relación, residen en Jaén capital. El fallecido es el único que se trasladó a la capital. Solía ir algunas veces por su localidad natal a pasar las fiestas patronales, que se celebran a principios de agosto. El fallecido vivía solo en una casa anexa a la nave industrial.

Fuentes policiales informaron de que Liétor no tenía familiares en Madrid. Ayer, media docena de gallos y gallinas andaban sueltos cerca de la vivienda, sin que hubiera ningún movimiento. Ambas puertas de la nave industrial fueron precintadas.

Los especialistas de Policía Científica revisaron ayer el patio de la nave en busca de pruebas e indicios del crimen, mientras el detenido permanecía en la comisaría de Torrejón a la espera de ser interrogado y pasar después a disposición judicial. La policía ha efectuado también un registro en un domicilio, supuestamente el del detenido.

La muerte de Liétor eleva a 11 los homicidios registrados en la región desde que comenzó el año. Esto supone prácticamente la misma cifra que en el mismo periodo del año pasado, en el que ya se habían producido 12 asesinatos.