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La gasolina, causa de la explosión en Sabadell que mató a dos personas

Ca n'Oriach, conmocionado por el siniestro de Viernes Santo

Todo apunta a que una manipulación inadecuada con gasolina causó la explosión que en Sabadell acabó con la vida de Mohammed S. C., de 24 años, y su vecina, Dolors J. M., de 78, hacia las 20.30 horas del pasado viernes. El alcalde de Sabadell, el socialista Manuel Bustos, abonó a mediodía de ayer esta tesis aventurada por los bomberos, después de que los técnicos de Gas Natural descartaran que se tratara de un escape. Las dos viviendas afectadas por la explosión en el barrio de Ca n'Oriach deberán ser derribadas.

El alcalde explicó que en la tarde del viernes, Mohammed estaba en el aparcamiento de su casa manipulando gasolina. Pero, ¿qué hacía exactamente con la gasolina y con qué fin? Dos interrogantes que aún siguen sin respuesta. El joven no estaba solo en su casa. En las plantas de arriba se encontraban su madre, de origen marroquí, el compañero de ésta y cuatro de sus cinco hermanos. Todos ellos salieron con vida. En el edificio de al lado, Dolors que acababa de acostarse, no tuvo tanta suerte; su hijo, que vivía con ella, sí pudo abandonar la vivienda a tiempo.

Bustos dijo que las cantidades de gasolina eran "menores", pero las consecuencias han sido mucho peores que si el origen de la explosión hubiera sido una bombona de gas. La gasolina no explota, son los gases que desprende los que pueden originar una explosión. Pero para que esto ocurra, según explicaba ayer un bombero, debe haber mucho gas acumulado en una estancia cerrada.

Sea como fuere, las consecuencias fueron impresionantes. Al joven, el suelo se le hundió bajo los pies, y acabó en el sótano, bajo un montón de escombros. También en el sótano, semienterrada, acabó una furgoneta. La explosión proyectó fragmentos de acera que acabaron en las terrazas de las viviendas próximas. Una viga de cuatro metros cruzó toda la calle e impactó en la casa de enfrente. La vivienda donde residía la familia marroquí, el número 67 de la calle de Sagarra de Sabadell, y la de al lado, el 65, quedaron destrozadas. Todo indica que ninguno de los dos edificios podrán salvarse. Están "bastante condenadas" al derribo, señaló en la mañana de ayer el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Salvador Milà, que en la mañana de ayer visitó el barrio.

Especulaciones

En Ca n'Oriach, ayer, todo eran especulaciones. A primera hora de la mañana ya todo el mundo sabía que el gas no había sido. Nadie lo había olido y la compañía de Gas Natural desmintió con rotundidad que el origen fuera una fuga o una instalación en mal estado. Además, la explosión tuvo muchos testigos. El bar de la esquina, a escasos metros de las dos viviendas, estaba lleno el jueves por la noche. "Yo estaba trabajando", relata la joven propietaria del bar, "cuando oímos una explosión muy fuerte, se apagaron las luces y salimos todos, había mucho humo blanco y un chico gritando". El chico era el hermano de Mohammed que pedía, desesperadamente, ayuda para sacar a su hermano de entre los escombros. "Le dijimos que, tranquilo, que iban a ayudarle y llamamos a la policía". El marido de la joven y otros vecinos se apresuraron a ir a la vivienda para retirar escombros a fin de llegar hasta Mohammed. "Yo me acerqué por el otro lado", la parte trasera de la vivienda da a la calle de Urgell, continúa la joven, "y la madre estaba en el balcón, no pudo bajar hasta que la sacaron los bomberos, y me pidió que averiguara cómo estaba su hijo, al que había oído gritar". La joven fue al otro lado para preguntar y regresó: "Le dije que lo habían encontrado y que hablaba". Pero a Mohammed no lo pudieron sacar hasta tres horas después de la explosión y murió antes de llegar al hospital. "La madre quería meterse en la casa, se lo tuvimos que impedir; la llevamos al bar, se tiraba por el suelo". Otro vecino, que ayudó hasta que llegaron los bomberos, explicó que Mohammed gritaba que le "ayudasen, que se estaba ahogando".

PASA A LA PÁGINA 7Rubén Amaya fue otro vecino que ayudó a sacar cascotes. Este vecino explica que el hermano de Mohammed se metió en la casa buscándolo "desesperadamente, hasta que lo sacaron empapado". "Decía que Mohammed le pedía socorro, y necesitaron una grúa para sacar los escombros bajo los que estaba Mohammed", continúa Amaya. A Andrés, que vive enfrente, la explosión le sorprendió delante del ordenador: "Salimos corriendo porque pensábamos que era en nuestra casa, había mucho polvo y se oían gritos".

El hermano de Mohammed seguía ayer en el hospital Parc Taulí de Sabadell por una crisis de ansiedad. Miembros de la brigada de desactivación de explosivos de la policía (Tedax) estuvieron toda la mañana analizando las causas de la explosión en las dos viviendas siniestradas.

Tan sólo tuvieron que ser desalojados los ocho miembros de la familia de Mohammed y el hijo de la otra víctima mortal, que vivía justo al lado. Todos ellos se alojan en un hostal de Sabadell y el consejero Milà aseguró que seran realojados en pisos de la empresa pública Adigsa.

El consejero subrayó que la fuerza de la explosión dejó muy maltrechos los elementos estructurales del inmueble, el número 67 de la calle de Sagarra, y "prácticamente en ruinas" el edificio colindante, la vivienda de una sola planta en la que falleció una de las dos víctimas, Dolores J. M., de 78 años.

Descartar hipótesis

El consejero apuntó que, a la espera de lo que digan los técnicos, parece recomendable derribar "los dos edificios". Sin embargo, el alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, matizó que el inmueble situado en el número 67 no ha sufrido daños tan graves como el otro, ya que "sólo ha quedado afectada una parte", y se ha mostrado esperanzado en poder "conservar el resto" del edificio. La explosión también afectó a la fachada de un edificio de enfrente, aunque, en este caso, se podrá rehabilitar, señaló Milà.

Después de hablar con los responsables de la policía que se encargan de la investigación del suceso, el alcalde descartó "cualquiera de las otras hipótesis con las que se ha trabajado hasta el momento". Entre estas hipótesis, figuraba la posibilidad de que la explosión se hubiera producido por un escape de gas, tal como apuntaba el pasado viernes por la noche la consejera de Interior, Montserrat Tura. Sin embargo, una portavoz de la empresa Gas Natural negó que la causa de la explosión haya sido el gas, una vez conocidos los resultados de la "prueba de estanqueidad" efectuada por los peritos de la compañía momentos después del siniestro. Otra hipótesis atribuía el origen de la explosión a una furgoneta hallada en la mañana de ayer por la policía y que se encontraba aparcada en el garaje del inmueble cuando se produjo la explosión.

El alcalde dejó entrever que lo más probable es que la manipulación de la gasolina no tuviese fines delictivos y aseguró que el semisótano de la vivienda "no era un almacén de gasolina".

Los bomberos trabajando en la mañana de ayer en el lugar del suceso.
Los bomberos trabajando en la mañana de ayer en el lugar del suceso.CARMEN SECANELLA

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