El comisario europeo de Desarrollo visita Cuba con el objetivo de desbloquear las relaciones

El comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, inició el jueves una visita a Cuba que puede ser decisiva para el futuro de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y el Gobierno de Fidel Castro. Lo que está en juego es si se consolida el ligero acercamiento conseguido y avanza el proceso de diálogo político reabierto en enero. Para ello, la UE reclama gestos de La Habana en materia de derechos humanos. Este compromiso es, según Bruselas, imprescindible para que las ya deterioradas relaciones bilaterales no sigan empantanadas.

Michel es el primer alto funcionario europeo que viaja a la isla tras la decisión de la UE de suspender temporalmente las sanciones diplomáticas de 2003, adoptadas en su momento en represalia por el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos, 61 de los cuales permanecen en prisión.

Los Veinticinco acordaron en enero reiniciar el diálogo con Cuba, pero con la condición de reevaluar esta decisión en verano, a la luz de la evolución de la situación de los derechos humanos y las libertades en la isla. Esto significa, y lo confirmó el propio Michel recientemente, que si Cuba no está dispuesta a realizar movimientos en esta dirección -el más esperado es la liberación de presos- poco se podrá hacer para recomponer las relaciones.

El ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, expuso esta misma semana en La Habana la "agenda" de su país: Cuba está dispuesta a colaborar con la Unión Europea en materia de derechos humanos, a firmar acuerdos internacionales que no ha suscrito y a hablar de la situación de las cárceles, pero siempre y cuando Bruselas se replantee la posición de la UE y cambie su voto "seguidista" de Washington en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra para condenar a Cuba. Según Roque, éstos son los dos principales obstáculos para que el diálogo avance en la buena dirección.

Sin embargo, la liberación de los 61 opositores sigue siendo prioridad para los Veinticinco, y éste es un tema que da alergia al régimen de Fidel Castro. Según fuentes diplomáticas, el asunto estará más que presente en las conversaciones oficiales que mantendrá el comisario Michel en la capital cubana durante su visita. Además, hay otros temas que preocupan a la parte europea. Entre ellos, saber qué pasará el próximo 20 de mayo, cuando la organización opositora que dirige Martha Beatriz Roque quiera celebrar su anunciada reunión. Esta organización ha convocado a unos 300 grupos de disidentes. ¿Lo permitirán las autoridades?, ¿Habrá detenidos?

Con este mar de fondo y no pocos asuntos por resolver, entre ellos el de la cooperación bilateral que Cuba rechaza desde el anuncio de las sanciones de 2003, Michel inicia los contactos oficiales. De los resultados que obtenga y de lo que hará Cuba en los próximo meses, dependerá el futuro de las relaciones diplomáticas entre las dos partes.

El comisario europeo tiene previstas varias reuniones: el ministro de Exteriores Pérez Roque; el vicepresidente, Carlos Lage; el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón; y la ministra de Inversión Extranjera y Cooperación, Marta Lomas. La reunión con el presidente, Fidel Castro, aunque siempre es una incógnita, se da por descontado que se celebrará en algún momento.

Reunión con disidentes

Michel dedicará el día de mañana a la sociedad civil y se reunirá con tres grupos de disidentes, a los que recibirá por separado: activistas de derechos humanos, disidentes que comparten y apoyan la nueva estrategia de acercamiento de la Unión y los que la han rechazado abiertamente.

El lunes parte de ellos se reunieron por primera vez con los embajadores europeos en Cuba tras la suspensión de las sanciones. Ayer, a un cóctel celebrado por diplomáticos de la Unión Europea en La Habana no asistió ninguno de los representantes oficiales invitados. Y la visita no ha comenzado.