Israel entrega la ciudad de Tulkarem a la Autoridad Palestina

Superadas numerosas divergencias e intensas negociaciones, la ciudad cisjordana de Tulkarem pasó finalmente ayer a manos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Los oficiales de seguridad palestinos ya son los únicos responsables de esta ciudad, tras renunciar al control de dos aldeas vecinas, Zaida e Ilar. Israel se niega a cederlas alegando que se trata de "lugares donde operan células terroristas". De hecho, el coronel israelí Tamir Herman señaló que el palestino que se suicidó en una discoteca de Tel Aviv el pasado 25 de febrero, matando a cinco personas, procedía de Ilar.

Tras la retirada israelí de Jericó hace seis días, Tulkarem es la segunda ciudad de Cisjordania que pasa a control palestino. Y no será la última. Los acuerdos entre Israel y la ANP incluyen la retirada de tres localidades más: Kalkilia, Belén y Ramala. Una lista en la que están ausentes ciudades tan importantes como Yenín, Nablús y Hebrón.

La ANP criticó ayer con dureza la intención del Gobierno israelí de construir 3.500 nuevas viviendas en el asentamiento de Maale Adumim, al este de Jerusalén. Aunque el plan no es oficial, fuentes del Ministerio de Defensa lo han confirmado. Saeb Erekat, ministro palestino responsable de las negociaciones con Israel, pidió la intervención de Estados Unidos ante lo que calificó como "un sabotaje a los esfuerzos para revivir la Hoja de Ruta". Este plan exige a Israel la congelación de la ampliación de sus colonias en Cisjordania y Gaza. Erekat afirmó que "Israel trata de determinar el futuro de Jerusalén con asentamientos y no mediante negociaciones".

Por otro lado, en Gush Katif, el bloque de colonias de la franja de Gaza cuya evacuación está prevista en julio, aumentan las voces que advierten de "un enfrentamiento abierto y armado" entre los soldados israelíes que deben evacuar los 21 asentamientos y los colonos más radicales. Los propios colonos han entregado al Ejército y a los servicios secretos una lista con nombres de extremistas que se han instalado en las colonias y que se resistirán el desmantelamiento "con las armas". La mayoría son miembros del grupo racista Kach, ilegalizado por el Gobierno israelí.