Un negocio cara a cara
Una firma cordobesa abarata las videoconferencias para 'pymes'
Una máxima empresarial dice que, para que un negocio funcione, hay que buscar una cuota de mercado. Rafael del Río, un cordobés que dejó su trabajo como asesor fiscal para poner en marcha Vision & Voice Online, sostiene que su hueco está en las pequeñas y medianas empresas que gastan al año miles de euros en desplazamientos y dietas de viaje. Del Río no ha inventado el concepto de la videoconferencia como sustitutivo de las reuniones in situ, pero sí ha desarrollado un sistema que reduce considerablemente los costes sin que llegue a suponer una renuncia a la seguridad o calidad en las transmisiones.
Los sistemas de videoconferencia, que consiste en la transmisión de imágenes de video y sonido en directo entre dos o más personas, actualmente están muy diferenciados entre los de alta prestación y los que funcionan a través de Internet. Cualquiera que tenga una conexión a la red de redes y disponga de unas decenas de euros para hacerse con una webcam puede transmitir su imagen en directo a sus familiares o amigos. Sólo necesita instalarse alguno de los programas de mensajería instantánea que ofrecen los grandes distribuidores de cuentas de correo electrónico gratuito. Esta opción es buena para mantener los lazos afectivos entre personas alejadas, pero no parece efectiva para el mundo de la empresa. Los dos problemas fundamentales que arrastra son la calidad de la imagen y el sonido y la seguridad: las transmisiones pueden ser interceptadas con facilidad por alguien con los suficientes conocimientos informáticos.
En el otro extremo, están las conferencias a través del sistema RDSI (Red Digital de Servicios Integrados). Efectivas, de alta calidad y seguras son las transmisiones a través de este método, basado en las redes analógicas. El problema fundamental es el coste. "El terminal más barato no baja de los 4.000 euros", sostiene Del Río, quien apunta que además hay que incluir los altos costes de cada conferencia.
El sistema patentado y desarrollado por V&V Online propone a los usuarios una "tarifa plana", que permite realizar todas las videoconferencias que el cliente quiera por unos 350 euros mensuales, sin renunciar a la calidad ni a la seguridad.
El servicio utiliza los circuitos ATM (Modo de Transferencia Asíncrona) de fibra óptica para la transferencia de los datos, que llegan hasta el equipo a través de la tecnología DSL, que es la que están utilizando los operadores de telefonía para ofrecer conexiones de alta velocidad a Internet y que se instala sobre la línea telefónica convencional. Pero Del Río deja claro que su sistema de videoconferencia no utiliza la red de redes para transmitir los datos: "Esto hace que sea un sistema seguro, además de llevar encriptada la señal".
V&V Online nació como empresa a finales de 2004. "Como proyecto, llevaba más de dos años en mi cabeza", afirma Del Río, quien cuenta que después de trabajar 15 años como asesor tributario tenía ganas de sacar adelante su propia empresa basada en las "tecnologías punteras". De momento, está intentando promocionar su sistema de videoconferencia desde La Carlota (Córdoba), donde tiene la sede. Ya le han ofrecido presupuestos a grandes empresas con sedes repartidas por toda España. Para Del Río las aplicaciones y utilidades de la videoconferencia son claras en casi todos los sectores. Según sus cálculos, el coste mensual de su sistema equivale a un único desplazamiento de un directivo si se tiene en cuenta el precio del viaje, los taxis y las dietas.
Recorte de costes
"Realmente no existe conciencia real de lo que puede aportar la videoconferencia a las empresas, no somos conscientes de lo que puede recortar los gastos". Del Río lo ejemplifica en un directivo de una compañía a la le acaban de presentar su proyecto: "Me contaba como se gasta al año entre 28.000 y 34.000 euros; los empresarios aún no tienen conciencia de lo que puede aportar".
Del Río lo achaca, en parte, al elevado precio de los sistemas clásicos de videoconferencia de tecnología RDSI. Además, esté servicio requiere de la concertación de una cita previa. El desarrollado por V&V Online elimina este trámite ya que dispone de una agenda parecida a la de un teléfono móvil en la que aparecen los contactos. Sólo hace falta que la persona con la que se quiere hablar esté conectada para comenzar la conversación.
Implantación marginal
Cuando se empezó a hablar hace unos años en los salones y ferias de tecnología de la videoconferencia los augurios eran espléndidos. Pero lo cierto es que, según los datos que maneja V&V Online, sólo un 0,5% de las empresas de toda Europa utilizan actualmente los sistemas de videoconferencia. En 2003, este servicio movió unos 500 millones de euros en el continente, aunque está previsto que el volumen de negocio se duplique en 2008. "Creo que se incrementará la implantación simplemente porque la ratio es muy baja", augura del Río.
El responsable de V&V Online explica que en la cabeza de Europa en la aplicación de las videoconferencias está Alemania: "Tuvo un gran impulso en 2002 después del encarecimiento del petróleo y, por lo tanto, de los desplazamientos". La utilización de esta tecnología abarca, según del Río, campos tan diferentes como la educación a distancia -tanto de ciclos de postgrado como de infantil-, la sanidad y, sobre todo, la conexión entre las distintas sedes, repartidas en varias provincias o regiones, que puede tener una empresa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.