Navarros, jóvenes y delanteros
Martínez de Irujo y Bengoetxea VI, acompañados por Goñi III y Beloki, marcan una final de futuro
El mundo de la pelota ha entrado en la espiral de expectación propia de las finales, como la que esta tarde (Frontón Atano III, 17.00, ETB-1) se va a celebrar para determinar quién se calza la txapela del Campeonato de Mano Parejas. Martínez de Irujo y Goñi III parten como favoritos sobre la dupla formada por Bengoetxea VI y Beloki y el dinero ya ha hablado. Saldrá doble a sencillo a favor de los colorados Irujo y Goñi, aunque estos prefieren obviar el favoritismo que los pronósticos les otorgan y se dedican a adular a sus rivales.
A pesar de que el campeonato ha transcurrido deslucido y no ha llegado a conectar con el aficionado por su larga duración, sus semifinales a tres partidos o una liguilla incomprensible en la que los primeros partidos no tenían apenas valor a la hora de la clasificación, la final ha recuperado el tono festivo de las grandes fechas. La presencia inesperada de Bengoetxea VI, un joven de 20 años que se ha encumbrado esta temporada con un juego compacto y sin errores, y Martínez de Irujo, la sensación actual de la pelota, son el ingrediente fundamental. El de Ibero se ha ganado a la cátedra por sus remates y su desenvoltura en los cuadros de adelante, lo que hace prever un duelo espectacular y también una promesa de futuro para el inestable mundo de la pelota.
Martínez de Irujo va a disputar su tercera final en dos años de profesional
Irujo, en dos años de profesional, va a disputar su tercera final, después de haberse coronado el pasado año como rey del Manomanista. La final del Parejas es, por el momento, su única tacha en este breve periodo. En 2004, Goñi, su hoy compañero, le barrió en un encuentro marcado por los nervios del de Ibero, que ahora cede el testigo y la presión de debutante a Bengoetxea VI.
En la zaga, Goñi III y Beloki responden al mismo esquema de jugadores peloteros, que aguantan mucho y tratan de dominar a base de golpe. La labor más dura será la de Beloki, puesto que el de Burlada se ha propuesto borrar a Irujo y evitar que entre en contacto con el cuero en los cuadros alegres. Con tal fin, el burladés y su compañero Oinatz Bengoetxea han seleccionado pelotas pesadas, recias y correosas, que contrarresten el veneno de los remates de Irujo y que también favorezcan la fuerza de Beloki desde mitad de la cancha. Un punto de morbo más lo añade que la pelea sea entre dos parejas de Aspe y Asegarce, lo que cada vez es menos habitual en los frontones y que siempre ofrece una radiografía inexacta, pero real, del estado de las empresas.
A la espera del duelo de esta tarde, lo único que queda claro es que la pelota en Navarra vive un momento dulce y de proyección. Todos los deportistas en liza han salido de los pabellones de la comunidad foral. La historia es tan avasalladora en este aspecto que sólo en tres de las últimas 25 finales disputadas no ha habido pelotaris navarros en lo más alto del podio. Además, la afición foral se desplazará en masa hasta San Sebastián, lo que ha provocado que se cuelgue el cartel de "no hay entradas" para una de las finales que más diversión pelotazale promete de los últimos tiempos.
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