La resistencia del hormigón del túnel del Carmel era la mitad de la exigida

El Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, que investiga el hundimiento del túnel del Carmel de esta ciudad, ha recibido una denuncia de la policía en la que el ingeniero de minas de una empresa proveedora de materiales denuncia que en los trabajos se escatimaron materiales y que la consecuencia de ello fue que la resistencia del hormigón inyectado oscilaba entre el 38% y el 57% del nivel exigido en el proyecto de construcción.

La comparecencia del ingeniero de minas se produjo el pasado 3 de febrero en la comisaría de la policía del barrio de Horta, una semana después de haberse producido el hundimiento del túnel de construcción de la línea 5 del metro que obligó al desalojo de más de un millar de vecinos.

Para entonces, el juzgado había archivado los hechos al considerar que se trataba de un delito de daños que sólo era perseguible por denuncia de parte. Fue después de que dos comerciantes presentasen una querella por estragos y, a petición de la fiscalía, cuando la juez abrió diligencias.

Hace unos días, la juez recibió la denuncia de una persona que no quiso revelar su identidad pero que se identificó como ingeniero de minas explicando que en los trabajos de construcción del túnel existe una primera fase en la que se excava en profundidad, aproximadamente la mitad superior e inmediatamente se procede a asegurar la bóveda.

Para ello se utiliza un material denominado gunita, que es una variedad de hormigón que tiene cualidades de fraguado rápido y capacidad de adherencia al material sobre el que se proyecta.

Según explicó el denunciante a la policía, la capa de gunita instalada debería tener una resistencia a la compresión de 350 kilogramos por centímetro cuadrado para cumplir con los requerimientos técnicos exigidos en el proyecto.

Sin embargo, en las obras de ese túnel la resistencia era de 200 kilogramos por centímetro cuadrado y, en algunos casos, hasta de 135, según consta en las mediciones que en su día se efectuaron. Es decir, menos de la mitad de lo que se exigía cuando se adjudicaron las obras. El ingeniero explicó también que, además de escatimar materiales, "se carecía en su totalidad de la segunda capa reforzante de hormigón encofrado".

El jefe de obras lo sabía

La denuncia relata que en agosto del año pasado se comprobaron estas carencias por el jefe de obras del túnel. A mediados del mes de septiembre se cambió de proveedor y, como consecuencia de ello, se aplicó la capa de gunita que sí reunía las condiciones requeridas en el proyecto.

Sin embargo, a finales de noviembre, sigue relantando el ingeniero en su denuncia ante la policía, se volvió a cambiar de empresa proveedora y se volvió a la inicial. En este caso la gunita empleada sí reunía los requerimientos de resistencia exigidos, pero a base de lograr un aditivo que disminuye de manera drástica la adherencia del hormigón en zonas húmedas.

El ingeniero explicó también que la zona del túnel siniestrada y que obligó al desalojo de más de un millar de personas corresponde con el tramo construido en el mes de julio de 2004, cuando se empleó la gunita sin reunir los requisitos de resistencia necesarios. El denunciante llega incluso a precisar que la quiebra de la estructura de sustentación del túnel se produjo en el sector lateral de la bóveda donde se inyectó menos cemento.

En otro momento de la denuncia el ingeniero relata que en todo el proceso de construcción del túnel se extraen muestras casi a diario que se analizan con posterioridad y cuyos resultados constan tanto en poder de la empresa como de la dirección de la obra.

El denunciante no quiso, de ninguna manera, identificarse ante la policía, pero sí facilitó un número de teléfono móvil. La semana pasada, la juez instructora requirió a la policía para que averigüe la identidad del ingeniero.